Hay quien dice que se publica demasiado, pero otros defienden que nunca hay demasiados libros. Unos y otros, seguramente, tendrán parte de razón. A juzgar por la cosecha literaria que ha dejado este 2024, lo que sí es seguro que se puede afirmar es que la literatura con sello mallorquín no puede gozar de mejor salud. Prueba de ello es que esta pequeña selección de 24 títulos abrazan todo tipo de literaturas: novela, ensayo, álbum ilustrado, dietario, poesía y teatro, además de traducciones.
Son obras que cuentan historias tan variopintas como la de una niña que crece en una soledad asfixiante en un pueblo durante los años 60 y 70; un niño perdido en medio de la Polonia campesina de la Segunda Guerra Mundial; una bruja que sueña con convertirse en estrella del rock; la leyenda de un niño que pasa tanto tiempo bajo el agua que se convierte en pez; el caso surrealista de un director de cine presumiblemente feminista que decide hacer una película sobre Milicent Patrick, creadora del icónico monstruo de Creature from the Black Lagoon o un ensayo en clave de crónica personal y patrimonial que recorre la Palma del pasado y también la actual, perfilando la de un futuro cada vez más cercano.
Inéditos y aniversarios
Asimismo, cabe destacar que entre los títulos publicados se incluyen textos que por primera vez se han traducido al catalán, como es el caso de L’ocell pintat, de Jerzy Kosinski; así como reediciones tan especiales como la de Rafel, el primer poemario del ya reconocido escritor Sebastià Alzamora, que cumple 30 años, los mismos que uno de los sellos más importantes de nuestra literatura: Lleonard Muntaner. Otro artista consolidado, en este caso de las artes visuales, se ha estrenado en el mundo de la literatura infantil con el cuento Seculina: Albert Pinya. Continúa también en este 2024 el imparable fenómeno protagonizado por la mallorquina Joana Marcús, que estrena nueva saga, en este caso bilogía, con Etéreo.
En poesía y teatro, dos géneros que a menudo, según los propios autores lamentan, pasan desapercibidos en listas y balances, destacan, por ejemplo, los poemarios de Pau Vadell y Miquel Rayó, ambos, aunque de manera muy diferente, vinculados con Mallorca y su paisaje. En cuanto a teatro, se encuentran Cul-de-sac, de Joan Tomàs Martínez Grimalt, que además se podrá ver en el Teatre Principal de Palma en junio, y Drets humans, de Xavier Uriz, que explora, ya al final de la Segunda Guerra Mundial, la redacción de la declaración de los derechos humanos.
Estas son solo unas pocas de las muchas historias que escritores y editores de la Isla han compartido con los lectores este año que ya termina, pero en estos momentos estarán gestándose otras muchas más, porque, al fin y al cabo, nunca hay historias suficientes.
Crideu la mort erran, digueu-me on va
Qualsevol nit serà de dia
Palma. Entre la calma i el vent
Ciento veinticuatro huecos
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