Lo que hoy en día es un ir y venir continuo de particulares o pequeñas empresas de construcción en busca de tornillos, sacos de cemento, herramientas, material eléctrico, de fontanería o chimeneas, no hace tantos años era un diminuto almacén destartalado y de apenas 80 m2 donde un carpintero pintaba puertas. «Cuando en casa dije que me lo quería quedar me dijeron de todo menos guapo», recuerda Antonio. Y no es para menos. Torres Vich llevaba desde los 25 años vinculado al mundo de la construcción pero sus negocios habían fracaso hasta el punto de deber alrededor de 300.000 euros de ahora. «Había poco trabajo con las obras, cada día tenía menos dinero y el almacén que monté en casa salió a subasta porque no pude hacer frente a las deudas. No me daban crédito ni tampoco tenía dinero para pagar ni un saco de cemento», asegura.
Ante esta situación, no es de extrañar que la familia de Torres Vich se llevara las manos a la cabeza ante la propuesta de Antonio de iniciar una nueva andadura empresarial. «Era muy arriesgado, tuve que discutir mucho, pero yo necesitaba ese almacén para pagar mis deudas», defiende Torres Vich. Y acertó. «Poco a poco fui teniendo más trabajo en la construcción a la vez que hacía estribos para mí y para los pocos clientes que tenía. Apenas venían cuatro o cinco personas en todo el día», señala. «Pero pronto pude comprar un camión que tenía 25 o 30 años y al cabo de tres temporadas pude renovarlo por otro nuevo de 10.000 kilos», explica orgulloso. Y, poco a poco, el negocio fue funcionando hasta llegar a lo que es hoy Materiales de Construcción Simón: una empresa que da empleo a 25 trabajadores y que cuenta con una docena de camiones.
PRODUCTOS. La variedad de productos es la gran apuesta en la ferretería Simón. Su especialidad es todo tipo de material para la construcción como cemento, arena, ladrillos, bloques, tejas, tubos de hormigón o bovedillas que pueden transportar directamente hasta la obra gracias a sus camiones grúa. En su sección de ferretería están a la venta un gran surtido de herramientas tanto para la obra como para pequeñas tareas del hogar. Hormigoneras profesionales, taladros, martillos eléctricos, radiales, vibradores para hormigón, brocas para taladros, paletas de albañil… Una serie de productos a los que hay que añadir un buen surtido de pinturas, tornillería, limpieza, adhesivos, productos para la piscina, fontanería, electricidad, escaleras o chimeneas además de sistemas de seguridad para la obra. La ferretería Simón cuenta profesionales con amplia experiencia dispuestos a asesorar a cada cliente con sus necesidades, así como una tienda online donde adquirir sus productos desde casa. También ofrece la opción de alquilar distintos tipos de herramientas como taladros, martillos hidráulicos u hormigoneras así como un servicio de excavadora con operario incluido.
«Nuestros clientes son particulares y muchas empresas de Eivissa y de fuera. Para llevar adelante el negocio hay que mirar quién entra por la puerta y darle el servicio que toca. Hay que procurar tener todo el material disponible siempre. Si yo, como cliente, voy a buscar un producto y no lo encuentro no me marcharé contento y me iré a otro sitio a comprarlo», relata Antonio Torres Vich, quien presume de no haber ido nunca a buscar clientes a pie de obra: «Siempre han venido ellos por su propio pie».
RELEVO. A sus 75 años, Antonio ya no lleva el día a día de sus negocios pero sigue al tanto de todo y aconsejando a sus hijos en todo lo que puede. El mayor, Antonio como él, está a cargo del negocio primigenio, Construcciones y Reformas Simón, dedicada a la edificación de obra nueva, rehabilitación, restauración y todo tipo de reformas, ampliaciones y reparaciones que cuenta con una plantilla de técnicos cualificada que trabaja con primeras marcas para hacer realidad las ideas de sus clientes.
La mediana de la familia, Cristina, se ocupa del almacén y la ferretería, mientras que el benjamín, Javier, se entretiene como responsable de la flota de camiones y vehículos. «Yo ya me he retirado, mis hijos ya trabajan por ellos mismos. Los tres trabajan en casa pero aquí dentro son un trabajador más. El consejo que les he dado es que hay que mirar hacia adelante, que una empresa no puede quedarse nunca quieta», señala Antonio, mientras su hija asiente en la mesa de al lado mientras trabaja con el ordenador. En este sentido, explica que hace un par de años surgió les ofrecieron comprar dos camiones tres ejes con grúa «y quedarnos con los clientes con los que trabajaba aquella gente. Lo estuvimos discutiendo en casa y al final decidimos dar el paso. Es la mejor compra que he hecho», asegura Antonio.
«Hace 20 años yo trabajaba en otro sitio y no quería venir a Simón porque no me quería pelear con mi familia. Ahora tengo que decir que ha sido la mejor decisión que he tomado», admite Cristina, quien destaca de su padre su arrojo y su nula aversión al riesgo: «El miedo que nosotros tenemos a veces, él nunca lo ha tenido». No obstante, el hecho de deber tanto dinero a bancos y proveedores le hizo quitar el sueño durante muchas noches a Antonio. «Hasta que no he podido tener algo a mi nombre no he dormido bien. Después de fracasar, cambié de mentalidad y dejé de hacer pedidos que sabía que no podía pagar. Ganarme el crédito me ha costado mucho pero, ahora, las grandes marcas de materiales de construcción me envían todo lo que les pido. Hace muchos años que han dejado de decirme que no».
En cuanto a la marcha del negocio tras casi dos años de pandemia, Torres Vich se muestra satisfecho ya que año tras año su facturación crece. En 2021, concretamente, un 15 por ciento. «Me ha costado mucho llegar hasta aquí. Y, la verdad, nunca me había imaginado que llegaría hasta este punto». Antonio se muestra agradecido por el apoyo que ha tenido de su familia a pesar de que los inicios no fueron nada fáciles. El fundador de Materiales de Construcción Simón insiste en lo «arriesgado» de su apuesta hace 25 años sin un duro en el bolsillo. «Tuve que discutir mucho pero en casa se han dado cuenta del mérito que tiene», afirma con orgullo. Quedan pocas semanas para que empiece una temporada turística y empresarios y particulares están iniciando sus reformas para tener sus negocios y viviendas turísticas a punto para el mes de abril, por lo que el almacén y la ferretería es un ir y venir constante de clientes. «No me arrepiento de ninguna de las decisiones que he tomado en mi vida. Todo el mundo ha cobrado lo que le debía», añade Antonio.