La ruta marítima entre las Pitiüses, una de las más concurridas del Mediterráneo, tiene un nuevo aliado en la lucha contra el cambio climático. Se trata del Cap de Barbaria, el primer ferry eléctrico de España. Una embarcación de 82 metros de eslora y 15,5 de manga capaz de navegar a una velocidad de 14 nudos que Baleària ha diseñado para su línea entre Eivissa y Formentera. El estreno de la nueva embarcación ha coincidido con la celebración del 25 aniversario de la naviera valenciana. «Llevamos 25 años garantizando la conectividad de los residentes en las Pitiüses y asegurando el suministro de mercancías a Formentera; estamos comprometidos con estas islas y sus habitantes, pero también con su entorno», apuntó el presidente de Baleària, Adolfo Utor, en la presentación del Cap de Barbaria ante las instituciones, clientes y representantes del sector náutico la semana pasada en el puerto de Eivissa. La atleta formenterense Andrea Romero ejerció de madrina del nuevo ferry.
Este buque eléctrico elimina totalmente la contaminación acústica y navega con emisiones cero en las aproximaciones, maniobras y estancias en puerto. «El Cap de Barbaria es un barco que significa mucho para Baleària. Hemos puesto toda nuestra ilusión, conocimiento y experiencia para disponer del primer ferry eléctrico de España, que nos permite seguir el rumbo que nos guía desde hace años: dar el mejor servicio a nuestros clientes de la forma más sostenible», destacó Utor.
NOVEDADES. El Cap de Barbaria es un tipo de barco doubled-ended, por lo que puede operar tanto por proa como por popa y, de esta manera, agilizar las operaciones de embarque y desembarque de los 14 camiones que puede albergar en su bodega. Además, en el diseño del ferry se ha tenido en cuenta que pueda asegurar su operatividad en cualquier condición meteorológica para garantizar el suministro de productos esenciales a la isla de Formentera.
El nuevo ferry de Baleària cuenta con una toma de conexión a tierra OPS, lo que le permite conectarse a la red eléctrica mientras está atracado. Las embarcaciones que cuentan con este sistema pueden apagar sus motores auxiliares, que son los que utilizan para mantener en funcionamiento sus bombas de trasiego, los sistemas de refrigeración o la iluminación, y evitar la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. Además, el Cap de Barbaria cuenta con un sistema de almacenamiento de energía con autonomía de 12 horas en puerto y una gestión inteligente de la planta eléctrica del buque que optimiza en todo momento su uso y mejora su eficiencia. Además, el buque está preparado para instalar un sistema de hidrógeno que permitirá a Baleària utilizarlo como un laboratorio de pruebas para el uso del hidrógeno verde a pequeña escala.
COMODIDADES. En el diseño del Cap de Barbaria se han primado los espacios exteriores para enfatizar el placer de viajar entre Eivissa y Formentera, disfrutando del entorno natural durante la travesía. «Cuando uno va de un punto a otro sólo piensa en llegar pronto, pero yo soy de los que cree que en algún sitio hay que estar. Y si estás en un buen lugar, ¿por qué hay que tener tanta prisa por llegar?», se pregunta Adolfo Utor, quien asegura que el Cap de Barbaria «se desliza como un velero».
Con capacidad para 390 pasajeros, en la cubierta superior dispone de una zona chill out equipada con sofás y hamacas de diseño y protegida del sol por carpas, con un gran bar en el centro. En este espacio están previstas sesiones de música con DJ y servicio de coctelería en días concretos. En la cubierta principal también hay plazas exteriores más protegidas y cuenta con ascensor entre las zonas de pasaje y garaje.