Moscú anunció ayer que en las últimas 24 horas efectuó 19 ataques
aéreos en Chechenia y Daguestán, donde al menos cuatro
paracaidistas rusos y tres islamistas fueron abatidos tras el
inicio de una amplia ofensiva rusa cuyo objetivo es acabar con los
separatistas. El primer ministro ruso, Vladimir Putin, afirmó el
viernes, al anunciar el inicio de la ofensiva contra los rebeldes,
que Moscú no dudaría en atacar las bases de los rebeldes en la
república independentista de Chechenia.
Otros 13 paracaidistas rusos, así como un voluntario de
Daguestán resultaron heridos en los combates, centrados en el
distrito Botlij (suroeste de Daguestán), según la delegación en
Majachkala (capital de Daguestán) del Ministerio ruso del Interior.
Tres combatientes islamistas también murieron en estos combates por
voluntarios de Daguestán, según la misma fuente.
Pero según los islamistas, son 18 los soldados rusos muertos
desde anoche, de los cuales 15 durante combates en la noche del
pasado viernes y otros tres capturados y después ejecutados
mientras intentaban huir, según dijo el servicio de prensa de los
separatistas en la ciudad de Grozny, capital de Chechenia.
Al mismo tiempo, los rusos han llevado a cabo 19 ataques aéreos
contra los combatientes islamistas en Daguestán, aunque también en
Chechenia, informa el Ministerio ruso del Interior. Rusia debe
«utilizar la fuerza» para resolver la crisis de Daguestán, afirmó
el alcalde de Moscú, Yuri Lujkov.
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