Las baterías rusas volvieron a bombardear la capital de Chechenia.

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EFE - GROZNI Al menos 112 personas murieron y 220 fueron heridas en el ataque con seis cohetes tácticos tierra-tierra que alcanzaron numerosos objetivos civiles de esta capital, informaron fuentes del gobierno de la república independentista.

«Es un crimen monstruoso, porque prácticamente todas las víctimas son civiles», dijo el viceministro checheno de Interior, Magomed Albásov, quien recorrió personalmente todos los sitios alcanzados por los misiles. Entre otros edificios destruidos por el bombardeo aéreo de las tropas federales está un mercado, un hospital y el domicilio del máximo líder guerrillero, Shamil Basáyev. Además del Hospital número 4, también fueron alcanzados un gran número de casas privadas, una estación de autobuses y una cafetería, así como numerosos transeúntes en las calles, y por toda la ciudad arden los restos de edificios destruidos.

En particular, el ataque contra la casa de Basáyev se cobró muchas víctimas entre los curiosos que se habían congregado tras el impacto del primer cohete y que fueron alcanzados por otro posterior. Basáyev, «héroe» de la anterior guerra chechena de 1994-96, es el artífice de la incursión de guerrilleros chechenes en Daguestán en agosto pasado y fue declarado por Moscú como cerebro de la ola terrorista que se cobró casi 300 muertos en Rusia en septiembre. Basáyev, del que Moscú ha ofrecido más de 160 millones por su cabeza, se encontraba ayer en el frente oriental, cuyo mando ostenta.

El pasado jueves, un ataque ruso con misiles contra el mercado central y otros objetivos en Grozni, entre ellos una maternidad, causó 282 muertos y unos 400 heridos, según los últimos datos anunciados por el presidente checheno, Aslán Masjádov. El nuevo ataque con misiles a la ciudad se produjo después de cruentos bombardeos de la aviación federal para apoyar la ofensiva terrestre del Ejército ruso, que avanza por cuatro frentes hacia el centro de Chechenia.

Con el objetivo anunciado de empujar y arrinconar a los rebeldes durante el invierno en las montañas al sur de Chechenia, al Ejército ruso intenta «envolver» y sitiar Grozni y la segunda ciudad de la república, Gudermes, al oeste de la capital.

En Moscú nadie confirmó el ataque aéreo, pero Alexander Mijailov, aseguró que el Ejército «continuará» los bombardeos con cohetes hasta «aniquilar el nido de terroristas». En el mismo sentido se pronunció el presidente Yeltsin, quien antes de tomarse unas vacaciones en el mar Negro alabó la campaña militar en Chechenia, duramente criticada en Occidente por el uso indiscriminado de la fuerza y las numerosas víctimas entre civiles.