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EFE - RUSIA El Ejército ruso informó ayer de que se han efectuado masivos ataques por aire y tierra contra la separatista Chechenia, mientras el máximo líder guerrillero desafió a Moscú y prometió vengarse «replicando» las matanzas de civiles en los mercados de Grozni. En la mayor ofensiva aérea desde que comenzó la «operación antiterrorista» en la república separatista, el mando unificado de las tropas federales comunicó más de 150 salidas de aviones y helicópteros. Unidades blindadas y de infantería avanzaron simultáneamente por cuatro frentes y entraron en Gudermés, segunda ciudad chechén situada a unos 40 kilómetros de la capital rebelde. En Grozni, el líder guerrillero Shamil Basáyev restó valor a la recompensa de un millón de dólares por su cabeza ofrecida por el Ejército ruso y reveló que sus hombres fusilarían a tres «espías rusos del GRU», el servicio de inteligencia militar.

Basáyev dijo que si fuera cierta la recompensa, «yo mismo me presentaría a Tróshev, cobraría y después me escaparía tan tranquilo». El máximo líder guerrillero se refirió así al general Guennadi Tróshev, quien hace tres días prometió la recompensa a la persona que facilitara información que lleve a la captura de Básayev. Considerado por Moscú como el «terrorista número uno», Basáyev habló en su cuartel general de Grozni y anunció la creación de «una unidad para maniobras de diversión y para replicar a las acciones rusas en el mercado de Grozni».