El comando armado que asaltó el Parlamento de Armenia y mató a ocho
personas como mínimo tenía por objetivo asesinar al primer
ministro, declaró el cabecilla del grupo, Nauri Unanián. Los
agresores, que permanecían atrincherados en el Parlamento la
madrugada del jueves con medio centenar de políticos en su poder,
cumplieron su cometido pues en el ataque pereció el primer
ministro, Vazguen Sarkissian. Un comando de cuatro hombres armados
liderado por Nauri Unanian, un ex periodista y ex miembro del
partido nacionalista Dachnaktsutiun, retenía desde la tarde del
miércoles a varias decenas de políticos armenios. En el tiroteo que
se produjo en la Cámara, murieron el primer ministro, Vazguen
Sarkissian, el presidente del Parlamento, Karen Demirchian, y otros
seis diputados.
Los rehenes (41 según un responsable del Gobierno, Chaguen
Karamanukian), salieron ayer por la mañana del edificio del
Parlamento, alrededor del cual se habían reunido cerca de mil
personas.
Las negociaciones, que se prolongaron durante toda la noche, y
que fueron llevadas directamente por el presidente armenio, Robert
Kocharian, concluyeron en la madrugada de ayer con mensajes de este
último y del cabecilla del comando difundidos por la televisión
estatal. «Les pedimos que entreguen las armas, que liberen a los
rehenes y que se rindan a la policía, y les garantizamos la vida y
un juicio justo», declaró Kocharian a la televisión.
«El país ha sido saqueado; nuestros compatriotas no tienen más
que una idea, abandonarlo; los niños armenios ni siquiera tienen
zapatos o libros para ir a la escuela; nuestra economía está en
ruinas», añadió el cabecilla al intentar explicar su acción. Aparte
del primer ministro y del presidente del Parlamento, otras seis
personas resultaron muertas en el ataque: el ministro de Asuntos de
Emergencia, Leonard Petrossian, los vicepresidentes del Parlamento,
Yuri Bajchian y Ruben Miroian, y los diputados Mikael Kotanian,
Armenak Armenakian y Henri Abramian.
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