El gobierno checheno denunció ayer que la aviación rusa atacó un
convoy presuntamente de refugiados que huían a Ingushetia, con el
resultado de «más de 50 muertos», según un despacho de la agencia
Interfax.
La agencia informó de que el ataque se produjo a las dos y media
de la tarde hora local, según la versión facilitada por el
viceprimer ministro checheno, Kazbek Majáshev. El incidente, que no
pudo ser confirmado por otras fuentes y que no fue comentando por
fuentes oficiales rusas, habría tenido lugar en la localidad de
Samashkí, a unos 30 kilómetros al oeste de Grozni. Majáshev se
quejó al anunciar que las tropas de la república separatista
estaban «fortificando» Grozni de que los refugiados intentaron
salir en vano por no haber «pasillo de seguridad».
Centenares de civiles que quisieron abandonar la ciudad, casi
totalmente cercada por las tropas rusas, se encontraron las
carreteras bloqueadas pese al anuncio de que se abriría un
«corredor» hacia la vecina Ingushetia.
Otros refugiados increparon a los militares en el territorio
checheno controlado por el ejército federal por el bloqueo.
El general Vladímir Shamánov, comandante en jefe de las Tropas
Unificadas de Rusia en el Caúcaso, dijo que «el pasillo no se
abrirá ni hoy ni mañana», mientras se pedía por altavoces a los
asustados refugiados que se dispersaran.
Por otra parte Chechenia reconoció ayer el repliegue de las
fuerzas rebeldes ante el inexorable empuje de las tropas federales.
Pero Kazbek Majáshev, viceprimer ministro checheno, dijo que las
tropas de la república separatista «están fortificando» Grozni y se
quejó de que algunos habitantes de la capital rebelde intentaron
salir en vano por no haber «pasillo de seguridad».
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