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EFE/AFP - MONTEVIDEO Con una alta participación y escasos incidentes los uruguayos eligieron ayer al presidente, vicepresidente, senadores y diputados que integrarán la primera administración de la República en el siglo XXI. Aunque la jornada se desarrolla prácticamente sin problemas en todo el país, la policía se vio obligada a intervenir en «actividad preventiva» en el Cerro de Montevideo, zona proletaria y «baluarte» de la coalición izquierdista Frente Amplio-Encuentro Progresista.

La jornada empezó con una gran afluencia de electores, especialmente de la tercera edad, hasta el punto de que a la entrada de casi todos los centros de votación se formaron colas. Todo indica que las elecciones celebradas ayer acabarán con el bipartidismo histórico en Uruguay. Los partidos Blanco y Colorado pueden verse sobrepasados por el partido izquierdista de Tabaré Vázquez.

Entre los primeros en acudir a emitir su voto estuvo precisamente Tabaré Vázquez, a quien todas las encuestas coinciden en señalar como favorito. El aspirante del Frente Amplio-Encuentro Progresista es un oncólogo de 59 años y ex intendente (alcalde) de Montevideo.

El presidente Julio María Sanguinetti, ya se adelantó a la probabilidad más esperada, que no es otra que la de una eventual segunda ronda al indicar: «Hoy estamos dando el voto del corazón y luego daremos el de la razón».

Las encuestas previas a los comicios indican que ninguno de los candidatos presidenciales tendrá votos suficientes para vencer en las elecciones que se celebraron ayer y será necesaria una segunda vuelta, que se celebraría el 28 de noviembre.