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CARLOS BARRENA - ESTAMBUL Los líderes de la Unión Europea (UE) que acudirán mañana a la cumbre de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) en Estambul y el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, presionarán a Rusia para que cese los ataques contra Chechenia y busque una salida política al conflicto.

La guerra de Chechenia dificulta la redacción final de los documentos que serán sancionados durante la cumbre de Estambul de los jefes de Estado y Gobierno de los 54 países que forman la OSCE. Mientras líderes políticos como el presidente ruso, Boris Yeltsin, y su homólogo norteamericano, Bill Clinton, llegaban a la metrópoli al borde del Bósforo, el presidente de turno de la OSCE, el ministro noruego de Exteriores, Knut Vollebaek, reconocía que el desacuerdo de Occidente con Rusia sobre su actuación en Chechenia proyecta «sombras» sobre la cumbre de la OSCE.

En una rueda de prensa la víspera del inicio de la reunión, Vollebaek comentó ayer que el conflicto en la pequeña república caucásica entorpece la redacción final de la nueva Carta Europea de Seguridad y de la revisión del Tratado sobre Fuerzas Convencionales en Europa (CFE).

Presionado por varios líderes occidentales, el presidente de Chechenia, Aslán Masjadov, renunció a viajar a Estambul para evitar una «espantada rusa», aunque sí acuden a la cumbre su ministro de Exteriores, Iliás Ajmédov, y varios diputados chechenes. Sin embargo, Yeltsin no podrán evitar escuchar en directo un aluvión de críticas por parte de líderes como el presidente francés, Jacques Chirac, o el canciller federal germano, Gerhard Schroeder, quienes consideran totalmente desproporcionada la actuación rusa en Chechenia.

La intervención militar rusa atenta flagrantemente contra varios principios de la OSCE como la renuncia a la violencia para resolver conflictos políticos, la defensa de la minorías étnicas o la proporcionalidad de los métodos empleados en la solución de disputas. Vollebaek reveló que un día antes del inicio de la reunión de Estambul sólo se encuentra cerrado el 80 por ciento del texto de la nueva carta de seguridad para el Viejo Continente y que también el tratado CFE revisado plantea problemas a la hora de alcanzar un consenso para su versión final. El ministro noruego de Exteriores reiteró que la organización condena el uso de la fuerza contra la población civil chechén y calificó de «inaceptable» la reciente prohibición rusa para que un grupo de observadores de la OSCE pudiese visitar el interior de la república caucásica.