TW
0

El Parlamento alemán aprobó ayer la constitución de una comisión que investigará el escándalo de las cuentas secretas de la Unión Cristianodemócrata (CDU) del ex canciller Helmut Kohl y si las decisiones de su Gobierno estuvieron influidas por donativos de empresas. La comisión estará presidida por el diputado socialdemócrata Volker Neumann y contará con 15 miembros, siete del Partido Socialdemócrata (SPD), cuatro de la CDU y uno de su ala bávara, la CSU, un verde, un liberal y uno del Partido del Socialismo Democrático (PDS).

Kohl admitió el martes la existencia de cuentas paralelas a la contabilidad oficial del partido, cuyo fondos servían, según sus palabras, para respaldar la labor política de agrupaciones regionales de la CDU. La comisión deberá ahora averiguar todo lo que el canciller no ha revelado por el momento: ¿cuantas cuentas hubo?, ¿de dónde procedía y cuanto dinero había?, ¿tuvo influencia su procedencia en las decisiones políticas? y un sinnúmero de detalles que pueden prolongar la investigación hasta dos años. Uno de los aspectos fundamentales será averiguar si con la apertura de estas cuentas se violó la ley de financiación de partidos, lo que sucedería en el caso bastante probable de que los fondos de esas cuentas no se publicaran en el balance anual de la contabilidad del partido.

De cumplirse esta sospecha, la CDU corre peligro de sufrir un fuerte descalabro financiero, pues se vería obligada a devolver al Estado el doble del total del dinero no declarado, y en caso de tratarse de donativos ilegales, tendría además que reembolsar el monto de estos.

Las donaciones son ilegales si con su entrega se persigue algún beneficio político o económico, si proceden de un país que no sea miembro de la Unión Europea o si no se publica el nombre de la persona o entidad jurídica del que proceden.