El Ejército ruso completó ayer el cerco de Grozni, la capital de la
separatista Chechenia, tras encarnizados combates que se cobraron
numerosas víctimas en ambos bandos y la población civil. El mando
militar ruso en el Caucaso Norte informó a la televisión de que sus
unidades emplazadas al este y oeste de Grozni lograron unirse al
sur de la ciudad, que de esta forma queda totalmente asediada. En
otro comentario menos categórico, el Ministerio de Defensa dijo en
Moscú que el cerco de Grozni no ha terminado del todo, pues por el
sur la ciudad está bloqueada sólo «parcialmente» y «la operación
continúa».
Aún así, el Estado Mayor Operativo de los separatistas confirmó
el cerco de la ciudad y el hecho de que las tropas federales
cortaron todas las carreteras que salen de Grozni. En particular,
las tropas rusas tomaron bajo su control la carretera federal
Rostov-Bakú, al sur de Grozni, y la que une la capital chechén con
la ciudad de Shatóy, al extremo sur de la república en la zona
controlada por las guerrillas. Unidades del Ejercito ruso
prosiguieron la «limpieza» de la ciudad de Argún, que tras ser
cercada fue abandonada por el grueso de sus defensores, para
aplastar los últimos focos de resistencia y desactivar las
minas.
Además, el Ejército redobló los bombardeos de Shalí y de
Urus-Martán, otros dos importantes baluartes de los rebeldes cuya
toma permitiría estrechar el cerco en torno a la capital. Aviones
de guerra y helicópteros de asalto rusos realizaron en las últimas
veinticuatro horas un total de 65 misiones de bombardeo contra
fortificaciones de los separatistas.
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