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El gobierno cubano ha convertido en una confrontación con Estados Unidos su reclamación de que sea devuelto a Cuba el niño náufrago Elián González, quien ayer cumplió seis años, con sus familiares, que no quieren devolverlo.

Mientras, la disputa puso al rojo vivo ayer las calles de La Habana, con contínuas protestas y una fuerte campaña mediática en favor de la repatriación del menor.

Varios centenares de manifestantes exigieron la noche del domingo la devolución de Elián frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos (SINA) en La Habana, que fue desde temprano resguardada por un amplio dispositivo de seguridad.

Ayer, la SINA amaneció estrechamente custodiada ante el anuncio de que se llevarían a cabo nuevas protestas hasta lograr la repatriación.
El niño, acogido en Miami por sus tíos abuelos, sobrevivió más de 24 horas aferrado a un neumático en el mar, después de ver a su madre y padrastro ahogarse, junto con otras ocho personas.

El presidente de Cuba, Fidel Castro, dio el sábado un ultimátum de 72 horas a Estados Unidos para que anuncie la devolución de Elián y amenazó, en caso contrario, de protestas masivas y una batalla mundial de opinión.

La primera víctima de esta nueva confrontación entre La Habana y Washington puede ser la próxima ronda de negociaciones migratorias entre los dos países, que se celebrará el 13 de diciembre en la capital cubana, y que podría ser cancelada.

A raíz del caso de Elián, Cuba ha fortalecido sus reclamos a Estados Unidos para que elimine la ley de Ajuste Cubano, que privilegia a los emigrantes de la isla con residencia y derechos laborales inmediatos. El grupo de 13 inmigrantes cubanos había salido de Cárdenas, al este de La Habana, y su pequeña embarcación de poco mas de cinco metros de eslora naufragó a finales de noviembre cerca de las costas de la Florida. Solo dos adultos y el niño lograron sobrevivir.