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El líder de la Unión Cristianodemócrata alemana (CDU), Wolfgang Schaeuble, pidió ayer al ex canciller Helmut Kohl que revele los nombres de sus donantes anónimos, ante la evidencia de que sólo él puede esclarecer el caso de las cuentas paralelas y de que éste causará daños millonarios al partido. La auditoría que investiga la red de financiación paralela considera «difícil» que pueda reconstruir los ingresos de la CDU de los últimos seis años, aspecto que ocupa a la comisión parlamentaria creada para esclarecer el escándalo de sobornos y donantes secretos a este partido, durante el Gobierno liderado por Kohl.

«El presidente Wolfgang Schaueble ha pedido a Kohl que dé los nombres de los donantes. Esta dirección espera que responda a la petición», manifestó el propio líder democristiano, al leer la resolución de la cúpula de la CDU tras el informe de los auditores. La reunión de la presidencia del partido se celebró ayer sin la presencia del gran protagonista, el ex canciller, dos días después de que éste declarase ante los auditores contratados por la CDU, Ernst und Young.

Según Schaueble, todos los implicados en el caso han respondido al cuestionario elaborado para su esclarecimiento, salvo los cuatro «actores» principales -Kohl, el ex tesorero de la CDU, Walter Leisler Kiep, su ex apoderado Uwe Lüthje y su ex asesor fiscal Horst Weyrauch- quienes han hablado personalmente con los auditores. Sin embargo, todo lo que pudo presentar el actual jefe de la CDU, sucesor de Kohl, es un informe desmadejado, en el que se destaca la existencia de un «círculo cerrado» de cuentas fiduciarias, sin que se pueda «reconstruir» una cuantía ni espacio de tiempo concretos.