Más de 3.600 civiles abandonaron Grozni, la capital chechena
sitiada por los rusos, entre el pasado miércoles y ayer, una clara
aceleración con respecto a los días precedentes, indicó la agencia
Itar-Tass, citando a la administración militar de las «zonas
liberadas». El alcalde de la ciudad Letcha Doudaiev, había afirmado
que la capital chechena había soportado el más violento bombardeo
de artillería en los últimos diez días, en la noche del martes y la
madrugada de ayer. Hasta ahora, el número de personas que
abandonaban Grozni era de varios cientos, pero siempre inferior a
mil.
El brusco descenso de la población chechena en condiciones de
guerra permitió al primer ministro ruso, Vladímir Putin,
felicitarse ayer por el hecho de que el Ejército ya controla un
territorio en el que vive el 90 por ciento de habitantes de la
república. Sobre la sitiada capital chechena, Grozni, el Ejército
dice que allí solo quedan mil civiles y les exigió que se retiren
para no ser «aniquilados», cuando el gobierno mismo admite que en
la ratonera de esa ciudad están atrapadas entre 15.000 y 40.000
personas.
La diáspora chechena en Rusia se sumó ayer a las denuncias de
una matanza de decenas de civiles por soldados rusos en la
localidad de Alján-Yurt, y defensores de los derechos humanos
exigieron a la ONU investigar éste y otros crímenes de guerra. «Los
culpables de la masacre deben ser juzgados si el Gobierno federal
quiere conquistar la confianza del pueblo chechén», dijo el líder
de la diáspora, Malík Saiduláyev, quien denunció que los soldados
rusos saquean las casas de los civiles chechenes.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.