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FRANCE PRESS/EFE - ISLAMABAD Los secuestradores de un avión indio que retienen a 155 personas en la ciudad sureña afgana de Kandahar renunciaron a los 200 millones de dólares (32.000 millones de pesetas) y a la entrega del cadáver de un guerrillero cachemirí, pero la India advirtió que estas aparentes concesiones no cambiaban mucho la situación. La milicia integrista islámica talibán, que controla el 85 por ciento del territorio afgano, convenció la pasada noche a los piratas aéreos para que retirasen estas dos demandas alegando que no es islámico pedir un rescate, o exhumar el cadáver de un musulmán.

Según Wakil Ahmed Muttawakil, ministro de Asuntos Exteriores de los Talibán, su Gobierno había intervenido a petición del equipo indio que desde el pasado lunes negocia con los secuestradores una salida a la crisis que comenzó el pasado viernes. El jefe de la diplomacia de los talibán anunció hoy que los piratas aéreos renunciaron al rescate y que ya no insistían en que exhumaran el cadáver de Sajjad Afghani, demandas que presentaron ayer, martes, además de la puesta en libertad de 35 guerrilleros cachemiríes detenidos en cárceles indias.

Aunque la renuncia de los piratas aéreos a estas dos peticiones fue interpretada por observadores como una paso adelante hacia una posible solución a la crisis, el Gobierno de Nueva Delhi reaccionó con frialdad. «Esto no supone un gran cambio real», declaró el ministro de Asuntos Parlamentarios, Pramod Mahajan, cuando fue interrogado por los informadores, al término de una reunión de emergencia del Gobierno indio presidido por el primer ministro Atal Bihari Vajpayee.

El equipo negociador indio, compuesto por siete personas, reanudó ayer las conversaciones con los secuestradores y uno de sus miembros señaló que había progresos. Pero los piratas aéreos siguen exigiendo la puesta en libertad de 35 guerrilleros cachemiríes y del clérigo islámico paquistaní Masud Azhar, detenidos en cárceles indias a lo que no es probable que acceda el Gobierno de Nueva Delhi.