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FRANCE PRESS - PARIS La probable incorporación de la extrema derecha al Gobierno austríaco inquietaba ayer en ciertas capitales europeas mientras que Israel multiplicaba sus advertencias y amenazas a Austria. Diversos gobiernos europeos presionaban ayer en diversos foros al presidente austriaco, mientras otros parecen esperar que esta posibilidad se concrete. El partido liberal FPOe, liderado por Joerg Haider, y el partido conservador estudian la perspectiva de formar un Gobierno de coalición, e intentaban ayer tranquilizar a la UE, asegurando que el nuevo Gobierno daría un «sí rotundo a Europa».

El canciller alemán Gerhard Schroeder expresó ayer desde Estocolmo su preocupación ante la posible entrada del populista de derechas Joerg Haider en el nuevo Gobierno austríaco, aunque confió en que eso no ocurra.

«Con todo respeto a la soberanía de Austria, veo esa posible entrada (de Haider) en el nuevo Gobierno con preocupación», respondió Schroeder a la pregunta de si le produce inquietud que el nuevo Gobierno de un país vecino pueda incluir a un partido cuyo líder no se distancia con claridad de Adolf Hitler.

El primer ministro sueco Goran Person, declaró en Estocolmo en una reunión sobre el Holocausto que el partido de Haider «no comparte los valores de la UE y si entrase al Gobierno sería inquietante no sólo para Austria sino también para la UE». Más allá de posiciones xenófobas y de algunos deslices verbales pro-nazis, Joerg Haider es considerado como anti-europeísta y opuesto a la incorporación a la UE de los países del Este.