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La Unión Cristianodemócrata (CDU) tendrá que reintegrar 41.347.887'42 marcos (3.500 millones de pesetas) de ayudas estatales recibidas para 1999 por las irregularidades descubiertas en su sistema de financiación. Así lo anunció ayer el presidente del Parlamento Alemán (Bundestag), el socialdemócrata Wolfgang Thierse, en una conferencia de prensa en Berlín en la que dijo que la ley no le dejaba margen alguno para determinar la pena.

Thierse agregó además que con esa sanción no queda cerrado el caso de la CDU puesto que todavía faltan por considerar algunas irregularidades en sus informes de cuentas. Algunos expertos consideran posible que la cuantía total de las sanciones económicas a las que se verá abocada la CDU pueda alcanzar los 500 millones de marcos.

La CDU debería recibir como primera parte de las ayudas estatales para el año 2000 cerca de 5'5 millones de marcos que no se le entregarán sino que le descontarán de la suma total que deberá reintegrar. El importe de la sanción para la CDU equivale aproximadamente a los costes que tiene una campaña electoral para unos comicios generales, aseguró el politólogo Gerd Langguth.

Según la ley de financiación de partidos, el dinero reintegrado por la CDU deberá ser distribuido entre las otras agrupaciones políticas. No obstante, los 5'5 millones que le serán retenidos a la CDU quedarán bloqueados, mientras la decisión de Thierse adquiera plena vigencia jurídica.

Ya antes del anuncio de Thierse, la CDU había dicho que interpondría recurso contra la sanción que se le pusiera y su presidente, Wolfgang Schaeuble, repitió en varias ocasiones que la sanción no debería poner en peligro la existencia del partido. El canciller federal y jefe del Partido Socialdemócrata (SPD), Gerhard Schroeder, en cambio, había asegurado que sobre la CDU debía caer todo el peso de la ley y había acusado a ese partido de estar tratando de ejercer presión indebida sobre Thierse.