Augusto Pinochet estará ausente hoy en la investidura presidencial
del socialista Ricardo Lagos, según sus allegados, pero su figura
permanece latente en el acto de mayor transcendencia política que
vive Chile cada seis años. Esta será la primera ocasión en la que
el dictador y ahora senador vitalicio, de 84 años, no será testigo
de un relevo presidencial desde que en 1973 derrocó por las armas
al socialista Salvador Allende. En 1990, Pinochet entregó la
Presidencia al democristiano Patricio Aylwin, y en 1994, al ocupar
la jefatura del Ejército, fue testigo de excepción en el acto del
Congreso bicameral en el que el también democristiano Eduardo Frei
asumió el poder.
Seis años después, Pinochet, anciano, recuperándose aún de la
detención a la que estuvo sometido en Londres durante diecisiete
meses, y sin ningún mando de tropa, podrá seguir por televisión hoy
el ascenso al poder de otro socialista.
Pinochet se encuentra en su residencia veraniega de Bucalemu, en
la costa chilena, a una hora de la ciudad de Valparaíso, sede del
Congreso y donde Lagos recibirá la banda presidencial que le
entregará Frei.
Allí fue trasladado ayer, jueves, en una operación coordinada
por fuerzas del Ejército, que presionó en favor de la liberación
del senador vitalicio, que se encarga ahora de custodiarlo y que lo
sigue amparando dos años después de que pasara a retiro. «El
Ejército continuará respaldando a su ex comandante en jefe», afirmó
ayer el sucesor de Pinochet, el general Ricardo Izurieta, en
declaraciones a los periodistas hechas en la ciudad norteña de
Antofagasta. Familiares de Pinochet dijeron recientemente que el
dictador no asistiría a la toma de posesión de Lagos para no
interrumpir su recuperación médica tras la llegada al país, el 3 de
marzo, tras su prolongada detención en Londres.
Un cuarto de siglo después de la muerte de Salvador Allende
durante el bombardeo de La Moneda, otro socialista, Ricardo Lagos,
llega a la Presidencia de Chile respaldado por la coalición que
gobierna desde el fin de la dictadura.
«El país puede estar tranquilo, mañana (hoy) iniciamos una nueva
etapa», declaró ayer el presidente electo de Chile, Ricardo Lagos,
veinticuatro horas antes de convertirse en el segundo presidente
socialista de la historia del país y el tercero desde el fin de la
dictadura.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.