Las protestas se fueron volviendo violentas a medida que pasaban las horas.

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El centro de Lima quedó convertido ayer en escenario de una violenta batalla entre manifestantes y policías con decenas de heridos y varios edificios destrozados, mientras Alberto Fujimori juraba el cargo de Presidente de la República en el Parlamento.

El Palacio de Justicia, un edificio de varios pisos de oficinas del Poder Judicial y la sede del Jurado Nacional de Elecciones fueron saqueados e incendiados por los manifestantes que se oponen a que Fujimori ejerza un tercer mandato presidencial consecutivo. Los vehículos de bomberos que acudieron a sofocar esos incendios fueron atacados por lo manifestantes y una de sus unidades de emergencia acabó destrozada. En el edificio del Poder Judicial incendiado quedaron varias personas atrapadas en los ascensores y otras en el del Jurado Nacional de Elecciones, principalmente vigilantes de seguridad, que tuvieron que abandonarlo saltando por las ventanas utilizando cortinas atadas una a otra.

Un centenar de manifestantes consiguió llegar hasta la puerta exterior del Palacio de Gobierno, sede de la Presidencia de la República, y provocó un incendio que obligó a movilizar a una unidad militar del interior del edificio. Los enfrentamientos comenzaron a primeras horas de la mañana de ayer cuando un grupo de miles de personas convocadas por la oposición a Fujimori para llegar pacíficamente al Congreso de la República fue violentamente dispersado por la policía.

Las fuerzas antidisturbios comenzaron a disparar bombas lacrimógenas y a lanzar chorros de agua desde tanquetas contra el primer grupo de manifestantes que intentó emprender camino hacia el Congreso. Inmediatamente cayeron los primeros heridos, entre ellos un manifestante que perdió un ojo a causa del impacto de una bomba lacrimógena, y varios periodistas. El centro de Lima, envuelto en una nube de gas lacrimógeno y humo, quedó convertido en pocas horas en escenario de una batalla entre diferentes grupos de manifestantes y unidades de efectivos policiales fuertemente armados.