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El abastecimiento de gasolineras y aeropuertos se complicó ayer en Francia, mientras continuaban los intentos del Gobierno por aplacar la ira de los transportistas que bloquean refinerías y depósitos de carburante desde hace dos días. La movilización llevada a cabo por los transportistas, con los agricultores como fieles lugartenientes, obligó ayer a la mayoría de las prefecturas (delegaciones del Gobierno) a ordenar el racionamiento de combustible e, incluso, al embargo de ciertas gasolineras para abastecer los vehículos de los servicios públicos.

Los problemas de penuria de carburante se extendieron también a ciertos aeropuertos como Niza y Marsella (sureste), donde las autoridades aeroportuarias advirtieron de que la falta de queroseno podría llevar a la suspensión de algunos vuelos domésticos a partir de mañana jueves. En las últimas horas, los transportistas reforzaron también el bloqueo a los depósitos de queroseno del aeropuerto internacional de Basilea-Mulhouse.