Aznar, junto a Ernesto Zedillo, presidente saliente de México.

TW
0
EFE. PANAMÀ. A pesar de que la cuestión de la protección de la infancia era el objeto central de esta cumbre de Panamá, la negativa de Cuba a sumarse al consenso en la condena al terrorismo de ETA en España centró la atención.

Aznar agradeció la solidaridad con España expresada «por todos los jefes de Estado y de Gobierno democráticos de Iberoamérica» al mostrar éstos su apoyo a una declaración de la X Cumbre Iberoamericana contra el terrorismo de ETA.

Aznar expresó este agradecimiento en la sesión plenaria de la Cumbre de Panamá, después de la intervención del presidente de Cuba, Fidel Castro, en la que éste justificó que su país no se sumara a esa declaración por considerar que no debía singularizarse en España el problema del terrorismo que Cuba "dijo" y el mismo, también sufren.

Castro denunció que Cuba «es la mayor víctima del terrorismo de estado del mundo». Visiblemente enfadado, el presidente cubano aseguró que existen muchos tipos de terrorismo y que Cuba sufre desde hace muchas décadas un «terrorismo de Estado», del que es responsable directo el Gobierno de Estados Unidos.

Castro relató durante casi veinte minutos los presuntos actos terroristas que ha sufrido su país, que atribuyó a la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) de Miami y, especialmente, al activista anticastrista Luis Posada Carriles, detenido el viernes en Panamá, después de que el líder cubano denunciara un complot para asesinarle.

Además, Castro y el presidente de El Salvador, Francisco Flores, se enzarzaron en una agria discusión, por el mismo motivo. después de que Castro denunciara que El Salvador fue utilizado como base por los anticastristas para cometer actos de terrorismo contra Cuba que no han sido perseguidos, acusaciones que Flores calificó de «intolerables».

En su intervención ante el plenario de la Cumbre Iberoamericana, José María Aznar, aseguró, en una velada alusión al líder cubano, Fidel Casto, que no hay ninguna alternativa en el mundo actual a la democracia y el hecho de que algún país intente otras «aventuras» implica el camino de «fracaso, la pobreza, la tiranía y el aislamiento.