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AGENCIAS - LA HABANA El flamante jefe electo de la Casa Blanca, George W. Bush, comenzó a recibir ayer las consabidas felicitaciones que acompañan al cargo, junto a múltiples ruegos y peticiones y un desplante de Cuba. «Del nuevo cacique poco esperamos», reconoció el diario oficial cubano Granma, que recalcó que «el imperio parece tener ya un nuevo jefe supremo pero a costa de una crisis política, institucional y de su poder judicial».

Pese a estar de visita oficial en Cuba, el presidente ruso, Vladímir Putin, se mostró más recatado que sus anfitriones y envió un telegrama para desear «éxito» a Bush y confiar en que habrá «una cooperación mutuamente ventajosa». Putin acompañó el dicho con el hecho e indultó al empresario estadounidense Edmond Pope, condenado hace una semana en Rusia a veinte años de cárcel por espionaje y cuya liberación se interpretó en Moscú como un «regalo» a Washington. También se mostró alborozado el primer ministro británico, Tony Blair, quien destacó la «gran importancia de la relación especial» que une a su país y Estados Unidos.

Por otra parte las Cámaras de Comercio españolas señalan que la llegada de George Bush a la Casa Blanca y su anunciada mayor vinculación con Iberoamérica obligará a la Unión Europea (UE) a lograr nuevos acuerdos comerciales con la región.

El primer ministro israelí en funciones, Ehud Barak, expresó ayer su satisfación por la elección de George W. Bush para la Casa Blanca declarándose convencido de que Estados Unidos iba a continuar «ayudando a los pueblos de la región a alcanzar la Paz». Por su parte, el presidente de a Autoridad Palestina, Arafat, declaró que la elección de Bush como presidente es positiva para el proceso de Paz.