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EFE - SANTIAGO DE CHILE El ex dictador Augusto Pinochet vive una Navidad llena de tensión este año, pues aunque es la primera que pasa en Chile tras su detención en Londres en 1998, la semana que comienza será clave para definir su situación ante la justicia chilena. El ex gobernante militar pasó las fiestas en familia e incluso recibió la visita del comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta, en una evidente demostración del apoyo de la institución armada para los difíciles días que se le avecinan.

El juez especial Juan Guzmán, quien instruye las cerca de 200 querellas que han sido presentadas en su contra, fijó su interrogatorio para mañana y el jueves. Asimismo, la Corte Suprema deberá resolver hoy sobre una apelación de su defensa para que antes de que se le tome declaración indagatoria por la muerte de 75 personas en 1973 y se le practiquen exámenes médicos.

La decisión que adopte el máximo tribunal sobre esta presentación es fundamental para definir la suerte que correrá el ex gobernante militar. Si el recurso es acogido, el interrogatorio quedará suspendido, pero si es rechazado, Pinochet estará obligado a fijar domicilio ese mismo día para que, el miércoles, el juez Guzmán le tome declaración indagatoria, paso previo a su procesamiento.