La Corte de Apelaciones de Santiago echó ayer por tierra una de las
últimas esperanzas de la defensa al rechazar las solicitudes de «no
innovar» que los abogados del desaforado senador vitalicio
acompañaron a dos recursos «de hecho» que presentaron el pasado
viernes. Los recursos de hecho no tienen una tramitación urgente y
su resultado podría demorar varias semanas, pero la orden de «no
innovar» sí la tiene habría paralizado toda acción del juez hasta
que la Corte se pronunciara sobre el fondo del asunto.
El pasado 1 de diciembre, el juez Guzmán ya procesó a Pinochet
como autor de 18 secuestros y 57 homicidios en el caso de la
«Caravana de la Muerte», pero la resolución fue anulada por los
tribunales superiores debido a la falta de interrogatorio del
inculpado. La resolución de ayer, adoptada por dos votos a uno por
la Primera Sala de la Corte de Apelaciones, también pide al juez
que en un plazo de ocho días informe sobre las razones que tuvo
para cambiar algunos aspectos de los exámenes médicos a que debe
ser sometido el desaforado senador vitalicio.
Guzmán había determinado en primera instancia que los exámenes y
pruebas de laboratorio se realizaran en el Hospital Militar de
Santiago, pero después decidió contraponer los resultados de éstas
últimas pericias con los de dos laboratorios externos. Esto fue
rechazado por la defensa de Pinochet, que ha tratado de revertirlo
mediante varios recursos judiciales que, al ser rechazados,
llevaron al ex dictador a no presentarse a los exámenes médicos,
cuyo comienzo estaba fijado para el domingo y su término para
ayer.
El juez Guzmán no se presentó ayer en el hospital a la espera de
que se resolvieran los últimos recursos de la defensa antes de
decidir el arresto de Pinochet. Según los abogados querellantes,
que solicitaron a fines de la semana pasada el arresto de Pinochet,
si el ex dictador no comparece hoy, Guzmán debiera dar curso a esa
petición.
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