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El equipo de George W. Bush no pudo ocultar ayer su malestar por las declaraciones que realizó horas antes Bill Clinton, en las que el todavía presidente cuestionó la forma en que se decidió la elección presidencial. Ari Fleischer, quien será portavoz de la Casa Blanca con Bush pidió a Clinton que actúe «con dignidad».

Según Fleischer, existe una vieja tradición de que «los presidentes que dejan el cargo respeten a sus sucesores», y le pidió que se ciña a esa costumbre. Clinton declaró en Chicago que consideraba al candidato demócrata y todavía vicepresidente, Al Gore, el verdadero ganador de las elecciones de noviembre. «Nuestro candidato había ganado el voto popular y el único modo que ellos (los republicanos) tenían para ganar las elecciones era parar los recuentos en Florida», señaló Clinton.