Rusia se revolvió ayer con furia y amenazó con un conflicto
diplomático con Estados Unidos tras la detención en Nueva York de
Pável Borodin, político estrechamente vinculado al presidente
Vladímir Putin y a su predecesor, Borís Yeltsin. El Gobierno y
diputados del Parlamento reclamaron la «inmediata liberación
incondicional» de Borodín, cuya busca y captura internacional por
cohecho y blanqueo de dinero fue solicitada en enero de 2000 por la
Fiscalía General de Suiza.
Los cargos contra Borodín, en concreto la aceptación de más de
25 millones de dólares de comisiones ilegales «lavados»
posteriormente en las islas de Man y Guersney, Nassau y Ginebra, se
concretaron en medio de un escándalo de corrupción bautizado como
«Kremlingate». Borodín, hombre de confianza de Yeltsin como
administrador de las propiedades presidenciales y persona clave en
la escalada de Putin hacia el poder, fue detenido ayer al llegar al
aeropuerto JFK de Nueva York.
Actualmente secretario general de la Unión Rusia-Bielorrusia, el
embrión de un futuro estado fusionado, Borodin viajó a EE UU
invitado por un senador norteamericano a la toma de posesión el
sábado del presidente electo, George W. Bush. Igor Ivanov, ministro
ruso de Exteriores, fue el primer dirigente en reaccionar por la
detención y convocó con urgencia al embajador de EE UU, James
Collins, a quien expresó su «protesta» y exigió la «liberación
inmediata e incondicional» de Borodín.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.