Momento de la jura de George W. Bush como presidente de los Estados Unidos.

TW
0

El nuevo presidente de EEUU, George W. Bush, se comprometió ayer, tras jurar su cargo, a trabajar para unir al país, con múltiples referencias a la consigna del conservadurismo solidario durante un discurso plano y poco aplaudido. «Estados Unidos nunca han estado unidos por la sangre, el nacimiento o la tierra. Estamos unidos por ideales más allá de nuestros orígenes», leyó Bush en su discurso de investidura, pronunciado en la escalinata oeste del Capitolio. El presidente saliente, Bill Clinton, y el entrante, George W. Bush, llegaron juntos ayer al Capitolio, sede de las dos cámaras del Congreso, para la ceremonia de investidura, que se celebró bajo un cielo cubierto, amenazando con una nevada y bajo las mayores medidas de seguridad en la historia.

Bush apeló a la construcción de la unidad de Estados Unidos, pero también a hacerlo bajo un diálogo mejorado a través del «civismo, el valor, la compasión y el carácter», en alusión a la polémica surgida tras las elecciones que le han llevado a ocupar la Casa Blanca». «La unidad de Estados Unidos es un serio trabajo para los líderes y para los ciudadanos de cada generación. Éste es mi solemne compromiso: trabajaré para construir una única nación de justicia y oportunidad», afirmó. El nuevo presidente de EEUU, que insistió en que el futuro de este país depende de su unión, agradeció a Bill Clinton «el servicio a la nación» y a Albert Gore, su rival durante las elecciones presidenciales, por haber sabido llevar esa «competencia con valor y haberla terminado con elegancia».

Bush es el primer presidente en más de cien años que llega a la Casa Blanca después de haber perdido el voto popular, que Gore ganó por más de 500.000 papeletas a su favor. El presidente de EEUU se refirió en su discurso a los asuntos de política nacional que fueron el centro de su campaña electoral como la mejora de la educación, la reducción de impuestos, atrapar el buen ritmo económico y reforzar a los militares y la defensa del país.

Mientras tanto, miles de personas se concentraron ayer en varias zonas de Washington para protestar contra el nuevo presidente y denunciar que su elección ha sido «ilegítima». Los manifestantes abuchearon a Bush y ondearon pancartas donde se leía «honra al ladrón».