23/01/01 0:00
EUROPA PRESS - MANILA
La presidenta filipina, Gloria Arroyo, tomó ayer posesión de su
cargo haciendo un llamamiento a la unidad en el país para no
entorpecer sus esfuerzos de recuperación económica. Pero las
diferencias entre las partes podrían agravarse aún más, ya que la
Fiscalía decidió abrir una causa contra el ex mandatario Joseph
Estrada por desvío de fondos públicos, perjurio y corrupción.
Estrada, por su parte, advirtió que Arroyo sólo es «presidenta en
funciones», sugiriendo que aún no ha renunciado al cargo que
ocupaba hasta el pasado sábado.
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