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Las negociaciones maratonianas entre patronal y sindicatos sobre las pensiones complementarias en el sector privado entre los 60 y 65 años abrieron ayer la puerta a un plan que salvaría su financiación hasta finales de 2002 pero que pediría al Gobierno una reforma del sistema general de pensiones. Tras unas 21 horas de discusiones, los negociadores se separaron pasadas las seis de la mañana, cuatro horas después de que el sindicato filocomunista CGT diera un portazo por considerar que sus principales reivindicaciones no se habían tenido en cuenta.

El texto no menciona explícitamente la prolongación del período de cotización, el gran objetivo del Medef, principal patronal francesa, en estas negociaciones, pero, con el fin de «equilibrar» el sistema de pensiones, insta a «privilegiar la variable de la duración de la cotización» para el acceso a una pensión completa. Es «una forma disfrazada pero clara» de prolongar el período de cotización, denunció el jefe de la delegación de la CGT, Jean-Christophe Le Duillou, quién acusó al Medef de «chantaje».

El vicepresidente del Medef, Denis Kessler, se mostró optimista con que la mayor parte de los sindicatos rubriquen el proyecto de acuerdo, aunque ninguna de las delegaciones de las cuatro centrales que permanecieron en la mesa de negociaciones se comprometió a firmarlo. La respuesta de los sindicatos se espera para la semana próxima.