TW
0
AGENCIAS-PEKÍN El alborozo y las reservas se mezclaron entre la clase política y militar de Taiwán ante el anuncio de EE UU de posponer la venta de los destructores solicitados a cambio de otros equipamientos militares, mientras el Gobierno se limitó a agradecer la «respuesta positiva» de Washington. Las autoridades taiwanesas aceptaron la decisión estadounidense y agradecieron su respuesta ante la necesidad taiwanesa de hacerse con armamento avanzado a causa de la amenaza china.

Tras anunciar un aplazamiento de la entrega de los destructores «Arleigh Burk», equipados con el sistema Aegis, capaz de seguir e interceptar a más de 100 aviones o misiles enemigos, fuentes de la Casa Blanca propusieron, como alternativa, la venta de otros equipos. La alternativa incluye cuatro destructores tipo «kidd», doce aviones Orion preparados para la lucha submarina y ocho submarinos diesel. El portavoz del Ministerio de Defensa de Taiwán, Huang Suey-sheng, dijo el lunes que el Gobierno aún no ha recibido la notificación oficial sobre la decisión estadounidense y señaló que la isla «hará todo lo posible por adquirir equipos bélicos avanzados, con el fin de asegurar la paz y la estabilidad en la región».

Las autoridades militares de Taiwán reconocieron que aún no se ha tomado una decisión sobre la oferta estadounidense de vender los destructores «kidd». En este sentido, los expertos creen que, con esta oferta, Estados Unidos ha satisfecho sólo las aspiraciones mínimas de la isla, mientras que un elevado número de legisladores y políticos taiwaneses recomendaron cautela y algunos se mostraron en total desacuerdo con la compra de un armamento que no habían solicitado.

Por su parte, el Gobierno chino tras recomendar a EE UU que actuara con «prudencia» al ofrecer a Taiwán un nuevo paquete de armamento de alta tecnología, condenó enérgicamente la decisión, estadounidense de entregar a Taiwán el paquete de armas, aún cuando no se incluyan los destructores equipados con sistema antimisiles ultraperfeccionado Aegis. «Hemos registrado los artículos aparecidos en la prensa y expresamos nuestra más viva preocupación», declaró la portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, subrayando al mismo tiempo «la firma oposición» de China a toda continuación de venta de armas a la isla nacionalista. Pekín considera a Taiwán como una provincia rebelde que acabará por ser reunificada con el continente, incluso por medio de la fuerza si ello fuera necesario.