El Tribunal Penal de Bruselas condenó ayer a los cuatro ruandeses
acusados de crímenes de guerra durante el genocidio de Ruanda a
penas que oscilan entre los 12 años de prisión y la cadena
perpetua, que en Bélgica es de 20 años de cárcel.
Según el veredicto final del Tribunal, el profesor Vincent
Ntezimana ha sido condenado a 12 años, el político Alphonse
Higaniro a cadena perpetua (20 años) y las religiosas católicas
Consolata Mukangango (sor Gertrudis) y Julienne Mukabutera (sor
María Kisito) a 15 y 12 años, respectivamente.
Después de más de 4 horas de deliberación, el fiscal, Alain
Winants, ha pedido el arresto inmediato de todos ellos debido a la
importancia de las penas y para evitar posibles fugas, una petición
tras la que el Tribunal de Bruselas ha decidido retirarse de nuevo
para decidir si accede o no a la misma.
Las penas impuestas por el Tribunal han sido más bajas de lo que
había solicitado el fiscal, quien había pedido cadena perpetua para
los llamados «cuatro de Butare» debido a la gravedad de los hechos
de los que han sido encontrados culpables por el jurado
popular.
Los cuatro acusados, que oyeron el veredicto de pie, aseguraron
con la voz quebrada que no tenían nada que añadir cuando el
Tribunal les pidió su reacción a la petición del fiscal de su
ingreso inmediato en prisión, sobre la que ahora delibera el
Tribunal.
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