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YIVKO BALSA-SKOPJE Los combates entre las fuerzas gubernamentales macedonias y los guerrilleros de etnia albanesa se recrudecieron ayer en dos zonas, al norte y al oeste de la capital Skopje, pese a las presiones de Occidente para reemprender un diálogo de paz. Dos días después de que una turba de miles de eslavos armados asaltara la sede del Parlamento, que es además el recinto donde el presidente, Boris Traykovski, tiene su despacho, las fuerzas centrales dispararon con artillería y carros de combate contra posiciones rebeldes a poca distancia al norte de la capital.

El portavoz del Ejército, Blagoya Markovski, explicó que se trataba de «réplicas» a ataques guerrilleros. Uno de los focos de enfrentamientos fue la aldea de Nikustak, a unos 15 kilómetros al noreste de Skopje, donde los sublevados albaneses, junto a su armamento, fueron llevados el lunes bajo escolta de la Fuerza para Kosovo (KFOR), medida que desató los disturbios esa noche en el centro de Skopje. Markovski explicó que los guerrilleros habían atacado desde Nikustak las posiciones gubernamentales en la aldea de Umin Dol, a dos kilómetros de distancia, lo que motivó los bombardeos de respuesta al baluarte guerrillero. Los rebeldes fueron retirados el lunes a Nikustak desde la aldea de Arachínovo, a sólo siete kilómetros al noreste de Skopje, después de que un día antes, el domingo, el jefe de la política exterior y de seguridad de la Unión Europea, Javier Solana, pactara un acuerdo de alto el fuego entre las autoridades y los rebeldes.

Los medios macedonios informaron de que ayer se registran combates también en la zona de Tétovo, a unos 45 kilómetros al oeste de Skopje. Las fuerzas macedonias penetraron ayer en Arachínovo, por primera vez en tres semanas, acompañados de observadores de la Unión Europea, de la OTAN y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). La mayoría de los 10.000 habitantes de la Arachínovo (un 90 por ciento albaneses y un 10 por ciento eslavos) habían abandonado la aldea hacía ya 20 días, cuando los guerrilleros se hicieron con el control del pueblo.

Debido a la inestabilidad de la situación y el rencor que la intervención el lunes de la KFOR ha producido entre una parte de la población eslava, Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania desaconsejaron ayer a sus ciudadanos que viajen a Macedonia. Una parte del personal de la embajada de EE UU, considerada no imprescindible, y los familiares de los miembros de la legación, abandonaron hoy el país. La guerrilla, denominada Ejército de Liberación Nacional (UCK) había proclamado un alto el fuego que venció la medianoche del martes y sus representantes anunciaron que relanzarán sus ataques contra las fuerzas gubernamentales.