Miembros de Hamás portan uno de los palestinos muertos.

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SAÚD ABU RAMADÀN-GAZA Ocho palestinos murieron ayer en Cisjordania cuando helicópteros israelíes dispararon cohetes contra un edificio del Hamás y otros dos en la franja de Gaza a manos de soldados de Israel, en uno de los días más sangrientos que han tenido lugar en esos territorios palestinos en los últimos meses. Los ocho palestinos, entre ellos dos niños, murieron poco después de este mediodía en la ciudad cisjordana autónoma de Naplusa, donde se encontraba el edificio de siete plantas del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra el que la Fuerza Aérea de Israel disparó, al menos, tres cohetes.

Los niños muertos, dos hermanos de 8 y 10 años de edad llamados Ashraf y Bilal Jalil, respectivamente, estaban comprando golosinas en una tienda próxima al edificio cuando los helicópteros israelíes lanzaron los cohetes. El noveno palestino, un militante del grupo integrista Yihad Islámica, había muerto por la mañana en un enfrentamiento armado con soldados israelíes que tuvo lugar en las inmediaciones del paso fronterizo de Karni, que separa a Israel de la franja de Gaza y se encuentra al este de la ciudad de ese mismo nombre.

El décimo palestino, un policía autonómico, murió por disparos que efectuaron soldados israelíes a primeras horas de la tarde cerca del asentamiento judío de Netzarim, situado al sur de la ciudad autónoma de Gaza. El jefe espiritual y fundador del Hamás, el jeque Ahmed Yasín, declaró en Gaza que «Israel ha violado todas las líneas rojas y cometió una nueva masacre, que tendrá su merecida respuesta». Ahmed afirmó que Israel pagará caro la masacre. Además, cientos de palestinos indignados se manifestaron ayer tarde en numerosas ciudades de Cisjordania y de la franja de Gaza, e instaron a «la venganza y a cometer de inmediato ataques en Israel».

El gobernador palestino de Naplusa, Mahmud el Alul, afirmó que el disparo de cohetes desde helicópteros «fue un crimen terrible de las fuerzas de ocupación israelíes». El Alul dijo, asimismo, que uno de los militantes del HAMAS muertos en el ataque era el jefe de ese movimiento integrista palestino en Naplusa, Yamal Mansur, buscado por los Servicios Generales de Seguridad de Israel («Shin Bet» o «Shabak», según las siglas en hebreo). «Se trata de otro acto que puede agregarse a la lista de crímenes que cometió (el primer ministro israelí Ariel) Sharón contra nuestro pueblo», declaró a su vez el ministro palestino de Información y Cultura, Yaser Abed Rabo.