El tratado antimisiles ABM de 1972 es la «piedra angular» de la
estabilidad estratégica, indicó la declaración común firmada en el
Kremlin por el presidente ruso Vladimir Putin y el dirigente
norcoreano Kim Jong-Il. EE UU proyecta desplegar un escudo
antimisiles, pese a que se lo impide el tratado ABM "firmado por
Rusia y EE UU en 1972", para protegerse de los ataques de «Estados
irresponsables» como Corea del Norte o Irán. Corea del Norte
declaró ayer, tras la cumbre con Rusia, que su programa de misiles
no amenaza a los países que respeten su soberanía, y Moscú apoyó la
exigencia de Pyongyang para que Estados Unidos retire sus tropas de
Corea del Sur.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el líder de Corea del
Norte, Kim Jong-il, celebraron una cumbre en la que Moscú buscaba
apoyo frente al paraguas nuclear norteamericano y Pyongyang
procuraba romper su aislamiento y conseguir urgentes ayudas,
inversiones y armas. Estados Unidos y su polémico proyecto de un
escudo antimisiles que pretende desplegar para defenderse de
«países parias» como Corea del Norte y al que Rusia hasta hace poco
se oponía tajantemente, fue de hecho el tercer participante tácito
de la cita Putin-Kim.
Al final de la reunión, Putin y Kim firmaron una declaración
conjunta que refrendó el nuevo capítulo de las relaciones entre sus
países y el respaldo mutuo en sus respectivos pulsos con EEUU, por
el paraguas nuclear y por el programa de misiles de Pyongyang.
«Corea del Norte declara que su programa de misiles tiene un
carácter pacífico y no supone amenaza para ningún país que respete
su soberanía», señaló Kim en la declaración, aunque confirmó que
mantendrá la moratoria de lanzamientos anunciada hasta el año
2003.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.