Una avanzadilla de los 3.500 soldados de la OTAN que estarán
encargados de aceptar las armas que la guerrilla albanesa deponga
en cumplimiento del acuerdo de paz, empezarán a desplegarse hoy,
viernes, en Macedonia, informó ayer la Alianza. En vísperas del
despliegue de esta avanzadilla aliada, un policía macedonio murió
en Tétovo al recibir un balazo en la cabeza en un tiroteo ayer
entre la guerrilla y las fuerzas de seguridad, en una nueva
violación del frágil alto el fuego.
La OTAN condiciona el despliegue de la totalidad de la prevista
fuerza de 3.500 soldados en Macedonia a la consolidación del alto
el fuego, pactado el 5 de julio pasado, pero que ha sido violado en
numerosas ocasiones, sobre todo la semana pasada. «Está previsto
que un primer grupo de 50 soldados británicos de la avanzadilla
llegue al aeropuerto Petrovec, de Skopje, a las 20.30 (18.30 GMT)
del viernes», declaró Barry Johnson, portavoz de la OTAN en
Macedonia. La Alianza aprobó el miércoles el envío de la
avanzadilla, integrada por 400 soldados británicos, para preparar
la infraestructura para la operación, denominada «Cosecha
esencial», de recolección del armamento que los rebeldes dejen en
los lugares que se designarán para este propósito. La operación
durará previsiblemente 30 días, pero harán falta otros tantos para
el despliegue y la posterior retirada de la fuerza de la OTAN.
«Es un procedimiento normal; los primeros que llegan tienen que
asegurar las condiciones para el despliegue del resto de la tropa»,
manifestó el portavoz. «La misión de los primeros 50 soldados será
establecer el cuartel general de la fuerza», indicó Johnson, quien
agregó que los 350 soldados restantes de la avanzadilla llegarán a
Macedonia durante el fin de semana. Ese portavoz declaró que la
tropa de la OTAN se instalará en el aeropuerto capitalino de
Petrovec, y en otros puntos, de los que mencionó la propia capital,
Skopje, además de Tétovo (noroeste) y Kumánovo (norte).
Los principales políticos macedonios de la mayoría eslava y la
minoría albanesa ya firmaron el lunes pasado un acuerdo de paz que
prevé cambios constitucionales que satisfagan los derechos de los
albaneses (más del 25 por ciento de la población del país). El
acuerdo, logrado con mediación y presiones occidentales, pretende
poner fin a la crisis desatada en Macedonia en febrero pasado,
cuando empezó a actuar la guerrilla en el norte y noroeste del
país, zonas pobladas mayoritariamente por albaneses y cerca de
Kosovo. La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (UCK) se
comprometió a entregar las armas a la OTAN después de que el
presidente macedonio, Boris Traykovski, prometiera amnistía para
los rebeldes que se desarmen voluntariamente, a excepción de los
que hayan cometido crímenes de guerra.
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