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EUROPA PRESS-SKOPJE Macedonia se ha convertido en un teatro en que los tramoyistas esperan su turno para cambiar el escenario. Las primeras tropas de la OTAN empezaron a estudiar la zona para evaluar si se puede llevar a cabo con seguridad el despliegue de miles de efectivos que verificarán el desarme de la guerrilla albanesa. Pese aue el Ministerio de Defensa macedonio se apresuró a garantizar la seguridad de su país, lo cierto es que la pasada madrugada se produjeron diversos enfrentamientos entre eslavos y miembros de la guerrilla albanesa.

Cuando esta tropa acabe su misión, los soldados de la Alianza Atlántica desplegados en Macedonia ascenderán a 3.500. Se espera que este fin de semana lleguen los refuerzos, compuestos por 400 soldados británicos, 120 Checos y 16 franceses, que se distribuirán en los territorios si la Alianza Atlántica da su visto bueno y cree que la situación es segura e instalarán su base en Skopje, la capital. La OTAN pretende cercionarse de la seguridad de los territorios y no permitirá el despliegue de sus hombres hasta asegurarse de que el alto el fuego instaurado entre las autoridades y la guerrilla albanesa del Ejército de Liberación Nacional (ELN) sea algo real.

Los primeros soldados llegaron el viernes: 100 checos, 16 franceses y unos cincuenta paracaidistas británicos. En concreto, las tropas británicas, que estarán formadas por 400 efectivos, comprobarán que el ELN da su brazo a torcer en cuanto a la entrega de armas a la que se comprometieron. El desarme es clave para poner en marcha el plan de paz firmado el pasado lunes por el Gobierno macedonio y políticos albaneses de Macedonia.