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EFE-BRUSELAS/MADRID Los consumidores europeos realizan, por término medio, casi el 75% de sus pagos en efectivo en euros y han intentado gastar o canjear «muy rápidamente» sus antiguas monedas nacionales, informó ayer la Comisión Europea. Además continúa la recuperación del equilibrio entre los distintos medios de pago, a medida que los consumidores vuelven de forma progresiva a su conducta habitual, según un comunicado. El volumen de las operaciones de retirada de efectivo en los cajeros automáticos también ha recuperado su nivel normal en la mayoría de los países, según los datos de la Comisión. La combinación entre la gran demanda de euros por parte de los consumidores y el rápido ingreso de las monedas nacionales en los bancos y comercios tiende a crear puntos de congestión en términos de disponibilidad de los transportes de fondos.

La Comisión indicó que «naturalmente» se concede prioridad a la distribución de euros con el fin de evitar cualquier perturbación de las actividades comerciales. A pesar de que el período de rebajas ha comenzado en varios países, las colas de espera en los comercios son las normales y disminuyen «de forma considerable» en la mayoría de los bancos. Los operadores de máquinas automáticas, por su parte, tienden a acelerar sus actividades de adaptación de los aparatos para evitar interrupciones en el servicio, ya que la mayoría de los consumidores sólo tienen euros. La situación varía mucho según los países, pero entre los más avanzados el porcentaje de adaptación de las máquinas ronda el cien por cien, aunque habrá que esperar a la segunda quincena de enero para que haya resultados similares en todos los Estados.

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) ha detectado escasez de monedas a nivel local porque cree que muchos ciudadanos no usan las monedas que adquirieron en los lotes distribuidos en diciembre, informó ayer la entidad financiera. El banco europeo recomienda el uso de las monedas de los «euromonederos», mientras asegura que «la cantidad de billetes y monedas distribuidos son suficientes para cubrir la elevada demanda» de efectivo en euros.

El responsable de billetes y miembro del consejo de gobierno del BCE, Eugenio Domingo Solans, dijo que «ahora es temporada de rebajas en muchos países de la zona euro, lo que acelerará la devolución de las billetes nacionales» y considera que «el euro será pronto la única moneda en los bolsillos de los ciudadanos». Al mismo tiempo, el BCE informa de que se ha acelerado la retirada de las monedas nacionales y de que su circulación ha bajado un 18 por ciento adicional en la primera semana de 2002, hasta los 220.700 millones de euros.

Mientras, la asociación española de usuarios de bancos, ADICAE, denunció ayer numerosos errores en el uso diario de la nueva moneda, como subidas de precios camufladas, pago exclusivo en una moneda, publicidad engañosa, la existencia de cajeros que sólo entregan billetes altos y múltiples errores en la conversión. La asociación señaló al Gobierno como responsable de la situación actual y pronosticó que a pesar de que estas irregularidades no van a afectar negativamente la puesta en circulación de la nueva moneda, sí que pueden provocar un cambio traumático entre la población.