TW
0

La muerte de un oficial y tres soldados israelíes y de dos palestinos que atacaron ayer un puesto militar en suelo de Israel, junto a la franja de Gaza, dejó entre signos de interrogación el futuro de las intensas gestiones para un alto el fuego por parte de EE UU y la Unión Europea (UE). El enfrentamiento se registró en un momento de casi absoluta calma en Cisjordania y Gaza, y al concluir esta semana sendas misiones de paz del mediador estadounidense, Anthony Zinni, y el responsable de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Javier Solana.

El primer ministro israelí, Ariel Sharón, se reunió ayer con los miembros del Gabinete de Seguridad pero, de momento, se ignora si las Fuerzas Armadas tomarán represalias como en muchos casos similares. De momento, las fuerzas israelíes tomaron ayer el control de dos puestos de la Policía marítima palestina en Mawasi, en el sur de la franja de Gaza. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) ordenó evacuar las dependencias oficiales y las comisarías, en previsión de una posible respuesta militar israelí, que según la radio oficial hebrea se producirá «en las próximas 24 horas». Las víctimas de ayer eran soldados de un batallón de militares beduinos que sirven voluntariamente en el Ejército de Israel; otros dos resultaron heridos, uno de ellos de gravedad.

Los dos palestinos que se internaron unos 400 metros en territorio de Israel para atacar el puesto de vigilancia junto a la localidad rural de Keren Shalom (Rayo de Paz) pertenecían al brazo armado -«Los batallones de Azedín al Kasem»- del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), anunció en Beirut el canal de televisión «Al Manara», propiedad del Partido de Dios (Hizbulá). Se trata de la primera operación de activistas palestinos desde que el líder de la ANP, Yaser Arafat, ordenó el 16 de diciembre a todas las facciones de la resistencia contra la ocupación y los asentamientos judíos de Gaza y Cisjordania cesar sus operaciones armadas contra Israel.

La orden del líder palestino había sido acatada oficialmente por Hamas -su principal opositor- hace unas dos semanas. El ataque de ayer quebró un período en el cual, desde la orden impartida por Arafat, se había reducido de forma drástica la ola de violencia mutua de más de quince meses en Cisjordania, Gaza y en Israel. La mejora en la situación de la seguridad en estas tres últimas semanas fue lo que alentó a EE UU y a la UE a intensificar sus esfuerzos a fin de concertar un alto el fuego y devolver así de forma gradual a israelíes y palestinos al proceso de paz estancado desde hace un año. El incidente de ayer fue precedido por la captura por comandos navales de Israel de un carguero en el mar Rojo, el Karin A, con 80 toneladas de armas consignados, según las autoridades militares, al Gobierno que preside Yaser Arafat desde 1994.