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FRANCE PRESS-BUENOS AIRES El presidente de la República Argentina, Eduardo Duhalde, aseguró ayer que el «corralito financiero» o imposibilidad de la retirada de depósitos del sistema bancario es «como una bomba de tiempo» y alertó que «si explota nadie cobra un peso», al tiempo que admitió la posibilidad de que «caigan» algunos bancos a raíz de la crisis económica que enfrenta el país, lo que según señaló «no es un drama», ya que ello «no arrastrará al sistema financiero». «El corralito es como una bomba: si esa bomba explota nadie cobra un peso, se cae todo el sistema ¿Cuál es la actitud responsable del Gobierno?, que no explote», enfatizó.

En declaraciones a varios matutinos porteños, Duhalde explicó que el corralito «traba el funcionamiento de la economía», lo que repercute en los ingresos fiscales y sume al país en una «perversa rueda» y aseguró además que los responsables del «saqueo» que sufrió el país «tienen que rendir cuentas» ante el Congreso nacional y ante la Justicia, aunque señaló que por el momento está abocado a encontrar la manera de salir del corralito «sin hacer más daño».

Con un mensaje crudo, Duhalde se encargo de no minimizar la crisis que afronta el país, al reiterar que Argentina «está quebrada» y atravesando una etapa que «bordea el caos». «Yo tengo muy clara la profundidad de la crisis. Primero, tenemos que no bajar un escalón más, que es la anarquía», apuntó el presidente, que reiteró que dejará el Gobierno en dos años y que no se presentará a elecciones.

Al ser consultado sobre la falta de apoyo recibido desde el exterior, Duhalde consideró lógico que tanto organismos de asistencia financiera como países con inversiones en Argentina pidan un programa sustentable, ya que el país «nunca fue así». «El presidente de España defiende los intereses de los españoles y hace muy bien. Es lo que tendríamos que haber hecho nosotros los últimos 20 y 30 años», analizó en referencia a las presiones llegadas desde Madrid por las medidas económicas que perjudican a las empresas de ese país con capitales en Argentina. En sus declaraciones, Duhalde deslizó críticas sobre las condiciones en que fueron negociados los contratos de concesiones de los servicios públicos. «O han sido muy hábiles los negociadores de las empresas concesionadas, muy malos negociadores los nuestros o corruptos los dos», dijo el jefe del Estado argentino.