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ROBERTO ROJAS-BOGOTÀ Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal guerrilla del país, anunciaron que devuelven la zona neutral, advirtieron que seguirán utilizando «todas las formas de lucha» para lograr los cambios y la reconciliación, y oficializaron la ruptura total del proceso que comenzó en enero de 1999. El presidente, Andrés Pastrana, no aceptó horas antes una serie de propuestas de los rebeldes, quienes ayer acusaron a «una minoría» de preferir la guerra y asfixiar el proceso, pese a las bombonas de oxígeno aportados a última hora por gestiones internacionales.

Los portavoces guerrilleros oficializaron la ruptura del proceso reconciliador en un comunicado leído en San Vicente del Caguán, el principal de los cinco municipios de la zona neutral de 42.139 kilómetros cuadrados, que las FARC ocupaban desde 1998. Las conversaciones de paz, que desde el comienzo fueron criticadas por algunos sectores ultraderechistas, recibieron en los últimos meses una descomunal descarga de comunicados y declaraciones, en muchos casos ambiguos, amenazas y enfrentamientos verbales, en medio de ataques rebeldes a poblaciones y a la infraestructura energética del país.

El último comunicado insurgente pidió ayer al Gobierno que, conocida la decisión del gobernante, «a pesar de los esfuerzos realizados con la presencia del asesor especial del secretario general de la ONU, Kofi Annan, el estadounidense James Lemoyne, le proponemos al presidente realizar la entrega formal de los cascos urbanos de los cinco municipios en un acto público, tal como los recibimos». Los alzados en armas también dejan en manos de Pastrana la responsabilidad «por la vida y la seguridad de los habitantes de la zona» del enclave, quienes horas antes expresaron su temor por un eventual recrudecimiento del fuego en ese territorio y el posible ingreso de fuerzas paramilitares de la ultraderecha.