Soldados indios y pakistaníes durante el cierre de fronteras entre ambos países.

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EFE-ISLAMABAD El misil «Ghauri-Hataf 5», de fabricación nacional perteneciente a la serie Ghauri, que puede golpear objetivos a 1.500 kilómetros de distancia y transportar cargas convencionales o nucleares de 700 kilos, fue lanzado al norte de Pakistán a las 09.30 (04.30 GMT) en un lugar sin precisar. Un comunicado del Ministerio de Defensa indicó que esta prueba «demuestra la determinación de Pakistán de defenderse, de reforzar la seguridad nacional y de consolidar el balance estratégico en la región».

La de ayer es la primera de una serie pruebas de misiles de corto y medio alcance que Pakistán realizará hasta el próximo martes, de las que informó ayer a su rival la India, a otros países vecinos y a Estados Unidos. El presidente paquistaní, Pérvez Musharraf, felicitó a todo el pueblo paquistaní por el resultado de la prueba. Por su parte, el ministro de Defensa indio, George Fernandes, en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense CNN consideró que «es un acto demostrativo que pone de relieve que hay nerviosismo allí (en Pakistán)». Fernándes indicó que este tipo de misiles hacía tiempo que Pakistán los había adquirido de China, el aliado de Pakistán en la región con quien la India libró una guerra en 1962.

Después de que Islamabad informara a la India de que llevaría a cabo las pruebas, un comunicado oficial de Nueva Delhi aseguraba que el gobierno no estaba «particularmente impresionado» y que el objetivo obvio de los ensayos era «la audiencia nacional en Pakistán. Islamabad subrayó también que las pruebas no tenían nada que ver con la actual escalada de tensión entre la India y Pakistán, países armados con bombas atómicas que libraron tres guerras desde su independencia del imperio británico en 1947, dos de ellas por el control de la región himalaya de Cachemira.

Pero a los expertos no les queda la menor duda de que el ensayo del «Ghauri-Hataf 5», que puede golpear casi todas las mayores ciudades de la mitad norte de la India, no es ajeno a la última crisis indo-paquistaní. Ambos países tienen ahora cerca de un millón de soldados a ambos lados de la frontera preparados para la guerra, e intercambiando desde hace una semana fuego pesado de morteros y artillería a lo largo de la Línea de Control que divide Cachemira entre la India y Pakistán.