El Gobierno argentino acusó ayer a grupos de piqueteros
(desocupados y pobres que cortan las carreteras) radicales de
«reivindicar la lucha armada» y de haber preparado los violentos
incidentes del miércoles en el distrito de Avellaneda durante la
marcha que se saldó con dos muertos y 90 heridos.
«Se propuso reivindicar la lucha armada, que los conflictos se
iban a llevar al nivel de ayer (miércoles) y se armó un cronograma
de hostilidades de aquí al 15 de julio», dijo el secretario general
de la presidencia, Aníbal Fernández, a una radio local, en
referencia a una asamblea de los piqueteros celebrada hace unos
días.
El jefe del Gabinete de ministros, Alfredo Atanasof, por su
parte, aseguró ayer que hay sectores que buscan «desestabilizar al
Gobierno», al «generar violencia amparándose en los derechos
legítimos» de quienes protestan por la falta de trabajo.
«Lo que está en juego aquí no es la suerte de un Gobierno ni de
un puñado de funcionarios: Argentina no soporta más violencia»,
subrayó en rueda de prensa, y añadió que «la pacificación es la
condición necesaria para superar la crisis». Afirmó que el Gobierno
tolerará las manifestaciones de protesta, pero no el bloqueo de
calles, carreteras y puentes que suelen hacer los «piqueteros».
Una manifestación se celebró anoche convocada por el «Bloque
Nacional Piquetero», ala radical de los grupos de «piqueteros» que
protagonizaron los violentos enfrentamientos del miércoles con la
policía.
Mientras, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), sindicato
que reúne a los empleados y maestros públicos y otros gremios
menores, organizó una huelga de 24 horas para rechazar la represión
lanzada por las fuerzas de seguridad.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.