La capital uruguaya vivió ayer una psicosis de saqueos.

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AGENCIAS-MONTEVIDEO El Gobierno uruguayo preparaba ayer planes para congelar parte de los depósitos bancarios en dólares en un intento por evitar una debacle del sistema financiero, mientras la policía reforzó la vigilancia de comercios tras una serie de inéditos saqueos. Montevideo, donde vive la mitad de los 3'2 millones de uruguayos, estaba inundada por agentes de las fuerzas de seguridad, quienes tomaron las calles para impedir que se reproduzcan los saqueos del jueves.

La mayor presencia policial se producía mientras el Ministerio de Economía daba los toques finales a un proyecto de ley para congelar los depósitos bancarios, iniciativa que el presidente Jorge Batlle había jurado que jamás tomaría ante nerviosos ahorristas. El gobierno tiene previsto enviar el proyecto de ley al Congreso en las próximas horas. Pero para los comerciantes la atención estaba puesta en sus comercios ante el temor a que se repitieran los 25 saqueos, que dejaron casi 50 detenidos.

Con la economía estancada desde 1999, los índices de pobreza y desempleo llegaron a niveles sin precedentes en un país que una vez fue considerado como la «Suiza de América» por su estabilidad y alto nivel de vida. Pero, un creciente déficit fiscal sumado a su alta exposición a la convulsionada Argentina derrumbaron el sueño y llevaron a este país a engrosar las filas de las naciones emergentes que generan desconfianza entre los inversores. El plan del Gobierno para los depósitos en dólares afecta a los plazos fijos realizados en entidades estatales y algunas privadas que atraviesan serios problemas de liquidez por la fuga de fondos, la que produjo que entre enero y julio se evaporara un tercio de los depósitos en el sistema financiero local. La medida es similar a la que tomó Argentina en enero para frenar una fuga de depósitos.

El hecho de que los afectados por los congelamientos vayan a ser los ahorristas de la banca pública podría afectar la ya tensa situación social, en una población agotada por más de tres años de recesión. Por ello, una operación especial de seguridad, en la que participan los más de 5.000 agentes de policía de Montevideo y helicópteros de la Fuerza Aérea, se puso ayer en marcha para evitar los saqueos a comercios.