Seis muertos en Pakistán en un ataque contra una escuela para occidentales

Cuatro hombres armados entraron en el complejo del colegio alrededor de las 12.00 hora local (6.00 GMT) y abrieron fuego indiscriminadamente en las proximidades de la iglesia, precisaron las fuentes policiales. El tiroteo desencadenado entre los asaltantes y los encargados de seguridad del colegio causó además cuatro heridos, que fueron ingresados en el hospital de Murree, así como diversos daños materiales en la escuela. El hecho de que la mayoría de los alumnos y el personal del colegio sean extranjeros hace sospechar que el atentado iba dirigido contra intereses occidentales en Pakistán, más que contra la minoría cristiana.

Unos 150 niños, casi todos extranjeros, europeos y norteamericanos, estudian en Murree, que está a unos 60 kilómetros al noreste de Islamabad. La Policía informó de que hasta el momento no ha detenido a ninguna persona por su responsabilidad en el ataque, del que no se ha responsabilizado ningún grupo. Movimientos integristas islámicos han perpetrado anteriormente atentados contra intereses occidentales en Pakistán en protesta por el apoyo del Gobierno de Islamabad a la campaña antiterrorista internacional que lidera Estados Unidos. Este ataque es el tercero contra intereses cristianos en Pakistán desde que el presidente del país, el general Pervez Musharraf, se unió a la campaña contra la red terrorista Al Qaeda, liderada por Osama bin Laden, y la milicia integrista talibán.

Por otra parte, el Gobierno estadounidense cerrará su Consulado en Karachi (sur de Pakistán) por tiempo indefinido y dos meses después del atentado con coche bomba que se produjo delante del edificio, según anunció un responsable del Consulado. «El Consulado ha cerrado todas las operaciones por un período indeterminado por razones de seguridad», explicó la citada fuente bajo anonimato. Asimismo, anunció que esta medida había sido comunicada al personal del Consulado, aunque no desveló qué tipo de medidas se tomarán con los empleos de los trabajadores estadounidenses. El pasado 14 de junio, un ataque suicida con coche bomba mató a doce civiles paquistaníes que se encontraban delante del edificio. La Policía paquistaní detuvo poco después a tres militantes islamistas que serán juzgados por un tribunal antiterrorista, que les podría condenar a la pena de muerte.

En otro orden, diez personas resultaron heridas ayer en un ataque con una granada en la zona india de Cachemira, mientras tropas indias y paquistaníes intercambiaban disparos de artillería y morteros a lo largo de la disputada frontera de la región del Himalaya, dijeron fuentes oficiales. El bombardeo de la frontera y el ataque de la granada por guerrillas islámicas ocurrió después que la India anunciara sus planes de convocar elecciones en los estados de Jammu y Cachemira en septiembre y octubre. Los separatistas han dicho que boicotearán las elecciones. Un portavoz de la India dijo que el bombardeo había sido intenso en el sector de Kupwara en el norte de Cachemira, pero que no se habían registrado víctimas mortales. Un número indefinido de guerrilleros armados con granadas trataron de atentar contra una manifestación a las puertas de un hospital de Rajouri, pero erraron el tiro e hirieron a 10 peatones, dijo un oficial de policía.

Las fuerzas de seguridad frustraron un intento de asalto por armamento pesado de las guerrillas la semana pasada. El oficial de policía dijo que en las últimas semanas ha habido un incremento de la violencia que las autoridades han vinculado al reciente anuncio de convocación de comicios.