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EUROPA PRESS-NUEVA YORK La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, declaró ayer que en la crisis de Irak «el objetivo no es la vuelta de los inspectores, sino el control y aniquilación, en su caso, de las armas de destrucción masiva». La ministra explicó que «la vuelta de los inspectores no es un objetivo en sí, es un medio para conseguir el objetivo», que es la identificación y liquidación de las armas de destrucción masiva que pueda tener el régimen de Sadam.

En cuanto al debate abierto sobre si es necesaria otra resolución sobre Irak tras la carta enviada a la ONU en la que acepta el regreso de los expertos, aseguró que, incluso tras esta declaración de Bagdad, «por los incumplimientos anteriores que se han producido, sería conveniente que haya una resolución o resoluciones para mandar un mensaje claro al régimen de Sadam».

La ministra explicó que «estamos ante una historia de incumplimientos reiterados que no han tenido ninguna consecuencia» en el caso de Irak, y que «por eso sería positivo que hubiera una resolución en firme que planteara un cambio de actitud del Consejo» de Seguridad, ya que, según Palacio, ahora existe el consenso de que, «de no haber cumplimiento, habría consecuencias».

De otra parte, Ana Palacio reafirmó que «Ceuta y Melilla son parte integrante de España», reiteró el deseo de devolver las relaciones con Marruecos «al lugar que le corresponden» y dijo que ha llegado la hora de solucionar el contencioso de Gibraltar. En el plenario de la 57 Asamblea General de la ONU, Palacio pidió también firmeza internacional contra el terrorismo y que las fronteras no obstaculicen «la lucha conjunta contra esta lacra».