La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, declaró ayer que en
la crisis de Irak «el objetivo no es la vuelta de los inspectores,
sino el control y aniquilación, en su caso, de las armas de
destrucción masiva». La ministra explicó que «la vuelta de los
inspectores no es un objetivo en sí, es un medio para conseguir el
objetivo», que es la identificación y liquidación de las armas de
destrucción masiva que pueda tener el régimen de Sadam.
En cuanto al debate abierto sobre si es necesaria otra
resolución sobre Irak tras la carta enviada a la ONU en la que
acepta el regreso de los expertos, aseguró que, incluso tras esta
declaración de Bagdad, «por los incumplimientos anteriores que se
han producido, sería conveniente que haya una resolución o
resoluciones para mandar un mensaje claro al régimen de Sadam».
La ministra explicó que «estamos ante una historia de
incumplimientos reiterados que no han tenido ninguna consecuencia»
en el caso de Irak, y que «por eso sería positivo que hubiera una
resolución en firme que planteara un cambio de actitud del Consejo»
de Seguridad, ya que, según Palacio, ahora existe el consenso de
que, «de no haber cumplimiento, habría consecuencias».
De otra parte, Ana Palacio reafirmó que «Ceuta y Melilla son
parte integrante de España», reiteró el deseo de devolver las
relaciones con Marruecos «al lugar que le corresponden» y dijo que
ha llegado la hora de solucionar el contencioso de Gibraltar. En el
plenario de la 57 Asamblea General de la ONU, Palacio pidió también
firmeza internacional contra el terrorismo y que las fronteras no
obstaculicen «la lucha conjunta contra esta lacra».
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