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M. CARMEN ROMERO-BRUSELAS Los Quince accedieron ayer a la demanda de inmunidad de EE UU ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) con una serie de condiciones para no dejar espacio a la impunidad, que permitirán eximir a los estadounidenses enviados al extranjero. Los ministros de Exteriores pactaron un planteamiento común para responder a los temores de EE UU frente al TPI, pero le pusieron «cinco líneas rojas» que los Estados miembros de la UE no podrán sobrepasar en su respuesta a Washington para «preservar la integridad del Estatuto de Roma y no minar a la nueva corte», según el ministro danés de Exteriores, Peter Stig Möller.

«Aquí no ha habido concesiones. No se socava el espíritu del TPI. La no impunidad cubre ahora a más países que antes de esta decisión de la UE, si EE UU responde a nuestra respuesta», indicó el ministro. Los Quince decidieron que «cualquier solución» que se alcance con EE UU «deberá tener en cuenta que algunas personas disfrutan de inmunidad diplomática o estatal». «Cualquier solución deberá cubrir sólo a personas presentes en el territorio de un Estado solicitado porque han sido 'enviadas por un Estado', en alusión al artículo 98.2 del Estatuto de Roma».

El TPI fue fundado en 1998 para perseguir crímenes de guerra, de genocidio y contra la Humanidad, y empezó a funcionar este año. Con las condiciones fijadas para la entrega de estadounidenses al TPI, dijo Stig Möller, «la UE reitera su firme apoyo al TPI e invita a EE UU a implicarse en un amplio diálogo sobre todos los aspectos de esta corte, incluida su relación con este tribunal». «Hemos acordado que deben tomarse en cuenta los acuerdos existentes entre EE UU y los Estados miembros de la UE de forma individual, ya que muchas de las preocupaciones de Washington pueden resolverse» con ellos, explicó.