Uno de los 37 rehenes que fueron liberados por los secuestradores.

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EFE/FRANCE PRESS-MOSCÚ Con una primera víctima de la toma de un teatro moscovita por un comando chechén, unos 600 rehenes siguen en vilo la decisión del Kremlin, emplazado a cesar la guerra en Chechenia o resignarse a una matanza en su propia capital. El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia comunicó que dentro del teatro hay cerca de 600 rehenes, 37 fueron puestos en libertad y uno resultó muerto al producirse en la noche del miércoles el asalto de los terroristas chechenes. El FSB también afirmó que hay 75 extranjeros entre los rehenes (ninguno de nacionalidad española) y entre 40 y 45 niños.

El líder del comando guerrillero, Movsar Baráyev, emplazó a Putin a poner fin a la guerra en Chechenia e iniciar la retirada de las «tropas de ocupación rusas» en un plazo de siete días. De momento, el dato positivo es que se mantiene abierta la negociación entre los secuestradores y las autoridades rusas. El comando chechén advirtió que si el Kremlin no pone fin a la guerra volará el teatro con todos los rehenes.

La aparente tranquilidad de la que hicieron gala los terroristas, una veintena de hombres y otras tantas mujeres, «viudas de combatientes chechenes», parece haber quedado atrás y la tensión se adueña cada vez más de la enorme sala del teatro Dubrovka, antiguo Palacio de Cultura de una fábrica moscovita. El ambiente empezó a caldearse a partir del asesinato en circunstancias confusas de una joven de unos 20 años, la primera víctima del ataque. Más tarde, otro incidente confirmaba la tensión entre los implacables «combatientes suicidas». Uno de los terroristas disparó con un lanzagranadas contra dos mujeres cuando escapaban del edificio.

Según la cadena de televisión rusa NTV, que informó del suceso, el terrorista falló en su intento de acabar con la vida de las mujeres pero puso de manifiesto el «gran nerviosismo» que cunde entre la cincuentena de guerrilleros chechenes que controlan desde la noche del miércoles el teatro Dubrovka de Moscú. Anteriormente se habían escuchado tres explosiones en el ala sur del edificio, donde se encuentran los rehenes, que se atribuyeron a explosiones de granadas. Probablemente, las explosiones de debieron a disparos de mortero contra rehenes que trataban de huir del teatro. La tensión también se hace sentir entre las fuerzas rusas desplegadas por toda la capital.