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El presidente de EEUU, George W. Bush, aseguró ayer que la guerra contra Irak está enviando «un claro mensaje al mundo de que no nos someteremos en el futuro a dictadores que piensan que pueden amenazar la paz sin consecuencias». En un discurso pronunciado ante la Asociación de Veteranos de Guerra de EEUU, Bush afirmó que la guerra en Irak transcurre según lo previsto y que el resultado «no será otro que la victoria». «Irak será desarmado, el régimen de Sadam Husein será derrocado e Irak será libre», dijo el presidente de EEUU, quien subrayó que las tropas norteamericanas siguen avanzando «a ritmo sostenido» y están ya cerca de Bagdad. Las tropas aliadas, reiteró el presidente estadounidense, «están enfrentándose a las unidades más desesperadas» de las fuerzas militares iraquíes, a las que están «causando grandes daños».

Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, prepara al pueblo británico para un conflicto «largo y difícil». En declaraciones a la BBC, Blair advirtió de que puede llevar más tiempo de lo esperado apartar del poder al presidente iraquí, aunque subrayó que se han hecho «progresos significativos». El primer ministro abogó también por que Naciones Unidas desempeñe un papel destacado en la reconstrucción de Irak.

Bush destacó que «el régimen que una vez aterrorizó a todo Irak sólo controla ahora una pequeña porción del país» y expresó su confianza en que «en este momento crucial para nuestro país» las tropas harán su trabajo con eficacia para llegar a Bagdad. «Vamos a liberar al pueblo de Irak de las garras de Sadam Husein y de sus aliados asesinos», dijo el presidente, quien aseguró que EEUU «está aplicando las demandas de las Naciones Unidas» para lograr que el régimen de Bagdad se desarme de manera fiable. Bush dijo que «no aceptamos dejar al pueblo iraquí bajo el yugo de Sadam Husein» y subrayó que Estados Unidos deberá estar en el futuro «orgulloso de luchar por la libertad de Irak».

El «premier» cambió su discurso de optimista a prudente, visto que las tropas anglo-estadounidenses no están consiguiendo sus objetivos en el tiempo deseado. El surgimiento de focos de resistencia inesperados, formados por milicias y paramilitares, dificultan el avance de las tropas.