En Lockwood, el principal portavoz de las fuerzas británicas en
Qatar dijo que un batallón británico trató de intervenir cuando los
paramilitares lanzaron su ataque. El capitán Robert Sandford, de la
7ª Brigada Blindada, dijo creer que nadie murió en el ataque cerca
del puente en la salida sur de Basora, pero que hubo varios
heridos, entre ellos una joven mujer iraquí.
Los civiles que no resultaron heridos continuaron su camino
hacia el sur. Tanques británicos estaban ubicados cerca del puente
y era imposible decir cuál fue el blanco del ataque iraquí.
Un corresponsal cruzó después el mismo puente hacia Basora y vio
que los iraquíes todavía estaban atacando la posición británica.
Por otra parte, el Ejército británico reconoció ayer que Basora
está «lejos de estar controlada» por las tropas aliadas, y que
desde luego sigue resultando imposible enviar ayuda a la ciudad
debido al recrudecimiento de los combates.
El portavoz del Ejército británico, el coronel Chris Vernon,
indicó que Basora «está claramente lejos» de estar bajo el control
aliado. «No tenemos manera de hacer llegar la ayuda humanitaria»,
añadió, precisando que la idea es mantener «la presión» sobre la
ciudad. Fuentes del Pentágono citadas por la cadena indicaron que
las fuerzas iraquíes están utilizando fuego de mortero para cerrar
las carreteras de acceso. En este sentido, el coronel Vernon apuntó
que si las tropas aliadas no han entrado ya en la ciudad es para no
provocar «daños colaterales» a la población civil.
En su opinión, la clave para la toma de Basora es acabar con las
milicias del partido Baas y de las fuerzas paramilitares que éste
controla. «Ni es fácil ni nos hemos puesto plazos, pero esta es la
estrategia en la que estamos trabajando», añadió el portavoz
militar. El canal de televisión por satélite qatarí «Al Yazira» ha
mostrado imágenes de enormes daños y destrucciones en zonas
residenciales y comerciales de la ciudad iraquí de Basora, situada
a unos 500 kilómetros al sur de Bagdad.
Las imágenes, captadas por un equipo basado en esta ciudad, la
segunda del país después de Bagdad, con más de un millón de
habitantes, también dejaron ver varios edificios gubernamentales
completamente destruidos, entre ellos el cuartel general del
partido Baaz de Sadam Husein, la sede de la Compañía Petrolera del
Sur y otras instituciones. Según el corresponsal de «Al Yazira» en
Basora «los técnicos iraquíes están teniendo dificultades para
reparar el suministro eléctrico y de agua potable debido a los
continuos bombardeos».
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